Exportaciones de Café: Colombia necesita diversificar y agregar valor

Colombia ha sido, desde hace décadas, un país cafetero. Actualmente, las exportaciones de café ocupan el tercer lugar en las exportaciones totales del país, después del petróleo (28%) y el carbón (15%), según las cifras de la DIAN.

En los últimos años, las exportaciones de café han experimentado fluctuaciones significativas debido a factores internos y externos, tales como la pandemia de Covid-19, la cotización internacional del grano y el aumento de las importaciones.

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A lo largo de este siglo, se evidencia una disminución de su participación en las exportaciones totales de Colombia. Mientras que en el año 2000 el café representaba el 11% de las exportaciones, en 2022 esta participación fue de apenas el 7,8%.

Además, en lo corrido del presente año (enero-julio), el valor de las exportaciones de café y sus derivados ha sentido la corrección del mercado tras los efectos de la pandemia, registrando una caída del 28,2% (DIAN).

A continuación, le mostramos las principales características de las exportaciones de un sector insignia de la economía colombiana.

Exportaciones de café: empresas que lideran el mercado

De los más de 300 exportadores registrados en las estadísticas de la DIAN entre 2021 y 2022, el principal actor del mercado es la Federación Nacional de Cafeteros. Esta agremiación cubrió el 16% de las exportaciones del sector. De ese 16%, un 76% corresponde a café sin mayor procesamiento, un 22% a café soluble liofilizado y el restante a extractos, esencias y concentrados de café.

Esto quiere decir que la FNC registró la venta de más de 170.000 toneladas de café sin tostar ni descafeinar; más de 17.000 toneladas de café liofilizado y unas 1.700 toneladas de extractos y demás.

A la FNC le siguen en exportaciones empresas como OLAM (9%), Carcafé (7,5%), Sucden (7,2%), Sucafina (6,2%), Industria Colombiana de Café (5,2%) y Condor Specialty (4,9%), entre otras.

Las exportaciones de café son sobre todo de café verde

Una de las debilidades del sector es que la oferta del país se concentra en el producto base, con lo que su canasta exportadora está poco diversificada. En 2021 Y 2022, el 87% de las ventas del sector en los mercados internacionales correspondió a los productos que resultan de la trilla de café, que es el proceso que separa la cáscara del grano para clasificarlo en excelso, pasilla, consumo o ripio, y cuyo producto principal es el café verde.

La mayor parte de las exportaciones de café verde de Colombia tiene origen en cinco departamentos. Entre 2021 y 2022, el 22% de los sacos salieron de Huila, el 19% de Caldas, el 18% de Antioquia, el 15% de Bogotá y el 10% de Quindío.

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Estos sacos, que en 2022 sumaron ventas por USD $3.962 millones, según la DIAN, salieron del país por vía marítima, principalmente por tres aduanas: el 63% por Buenaventura, el 29% por Cartagena y el 8% por Santa Marta, de acuerdo con las cifras de la DIAN.

Después del café verde, el 9% de las exportaciones cafeteras de 2022 fue de productos derivados. Entre 2021 y 2022, la mayor parte de las ventas en este grupo, que sumaron cerca de USD $700 millones, correspondió a extractos, esencias y concentrados de café (55,5%) y a café soluble liofilizado y granulado (43,2%). Con ventas inferiores a USD $10 millones, las preparaciones a base de estos derivados cierran la oferta del país en este grupo de productos.

Entre los departamentos que se destacaron en este periodo en las exportaciones de café soluble liofilizado y extractos, esencias y concentrados de café están Caldas (45%), Antioquia (28%) y Tolima (15%).

Por último, menos del 4% de las exportaciones de café y sus derivados fueron de los productos que resultan de los procesos de descafeinado, tostión y molienda. En este grupo de productos el país logró ventas en 2022 por USD $146 millones, el 52% de café tostado, sin descafeinar, molido; el 24% de café sin tostar, descafeinado; el 23,7% de café tostado, sin descafeinar, en grano, y apenas un 0,75% de café descafeinado.

Colombia debe conquistar nuevos mercados

Los principales mercados para los productos de la agroindustria cafetera, entre 2021 y 2022, fueron Estados Unidos (42%), Canadá (7,7%), Japón (7,7%), Corea del Sur (4,5%), Bélgica (4,2%), Alemania (4%) y Reino Unido (2,4%), de acuerdo con la DIAN.

Las compras de café colombiano sin tostar ni descafeinar y de sus esencias y extractos se concentraron en América del Norte. Los principales mercados del café procesado colombiano son México, Estados Unidos y el mercado suramericano, de manera que el país aún tiene un largo camino por recorrer en la diversificación de los destinos a los que envía el café y sus derivados.  

El país se encuentra desprotegido ante los mercados internacionales

A pesar de una relativa calma en la producción cafetera, entre 2015 y 2019 el valor de las exportaciones del sector tuvo una tendencia negativa. Este pasó de USD $2.810 millones a USD $2.609 millones en ese periodo, lo cual representa una caída de 7% en términos corrientes.

Tras la pandemia, el valor de las exportaciones de café y sus derivados pasó de USD $2.802 millones en 2020 a más de USD $4.536 millones en 2022, un crecimiento del 61,9%.

Este comportamiento no se corresponde con el volumen de café exportado, pues en 2022 el país exportó 122.282 toneladas menos que en 2019, es decir, un 15,5% menos. Por lo tanto, la volatilidad en el valor de las exportaciones se explica por el comportamiento del precio.

El sector debe diversificarse

La diversificación de las exportaciones de café en Colombia se presenta como un desafío fundamental para garantizar la sostenibilidad económica del sector. La apuesta por los productos procesados, como café soluble, liofilizado y extractos, abre oportunidades en mercados internacionales y reduce la vulnerabilidad ante fluctuaciones en los precios internacionales.

Colombia debe aprovechar su posición como uno de los principales productores y exportadores de café del mundo, mediante una visión estratégica y la búsqueda constante de nuevos mercados, para asegurar la sostenibilidad económica y el crecimiento a largo plazo de esta industria vital para la economía nacional. 

Es esencial que el país tome medidas decisivas para diversificar sus exportaciones y agregar valor a su producción cafetera, pues la dependencia del café verde y la volatilidad en los precios internacionales demuestran la vulnerabilidad del sector. 

La apuesta por productos procesados, como el café soluble, liofilizado y extractos, no solo ofrece oportunidades en mercados internacionales más amplios, sino que también reduce la exposición a las fluctuaciones de precios.