No hay marcha atrás: Gobierno insiste en consulta popular pese a reparos liberales
La consulta popular que impulsa el presidente Gustavo Petro se realizará con o sin el aval del Senado. Así lo dejaron claro el ministro del Interior, Armando Benedetti, y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, durante el lanzamiento de la plataforma digital que apoyará el proceso.

La consulta popular “va porque va”, dijo Benedetti con firmeza. Para el Gobierno, la vía directa con la ciudadanía es inevitable si el Congreso no avanza en la reforma laboral.
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¿Qué pasa con la consulta popular si el Senado no responde?
Según la ley, el Senado tiene un plazo de un mes para pronunciarse sobre la solicitud de consulta popular hecha por el presidente.
De no hacerlo, Petro podrá convocarla automáticamente.
Ese punto fue subrayado por el ministro Benedetti, quien aseguró que la consulta popular se realizará incluso si no hay un debate formal en el Congreso. “Si el Senado no se pronuncia, el presidente puede convocar elecciones”, afirmó Benedetti.
El Ejecutivo ha dejado claro que no dará marcha atrás. Además de las declaraciones públicas, se lanzó una plataforma digital para que los ciudadanos participen en la formulación de las preguntas que compondrán la consulta popular.
La página web no solo permite hacer sugerencias, sino que también incluye un directorio completo de los senadores. Allí se puede encontrar el correo electrónico, la oficina y el número de contacto de cada congresista, con el objetivo de que los ciudadanos les escriban directamente.
Benedetti explicó que el portal contiene las direcciones de todos los senadores para que cada usuario exprese si está o no de acuerdo con la consulta popular.
“No son dioses del Olimpo”
Algunos sectores han planteado si esta herramienta constituye una forma de presión indebida. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, respondió tajantemente: “No puede ser que cualquier cosa que se les diga sea una presión. Ellos no son dioses del Olimpo, son ciudadanos que representan a otros”.
Para Sanguino, es ilógico pensar que la consulta popular pueda hundirse por decisión del Congreso, cuando en el pasado se permitió el referendo del expresidente Álvaro Uribe y el plebiscito del expresidente Juan Manuel Santos.
Se activan los comités ciudadanos
El primer Comité de Impulso a la Consulta Popular fue instalado en Cali, en el Valle del Cauca. La convocatoria superó las expectativas y reunió a ciudadanos, líderes sociales, académicos y concejales del Pacto Histórico.
El abogado laboralista Kevin Gómez Paz, uno de los promotores, dijo que este tipo de espacios permiten abrir discusiones amplias e incluyentes y afirmó que la consulta popular le permite a los colombianos decidir el rumbo del país.
Gómez estuvo acompañado por las concejalas Ana Erazo y María del Carmen Londoño, quienes apoyan activamente la movilización por el Sí.
El objetivo del comité es claro: informar, movilizar e incentivar el voto consciente. Para ello se están organizando actividades pedagógicas en barrios, universidades, sindicatos y espacios comunitarios.
“La consulta popular es la herramienta clave del pueblo”, repitieron varios de sus integrantes durante la jornada inaugural en Cali.
Además, se espera replicar este modelo en otros municipios del país, con el respaldo de movimientos sociales, académicos y sectores políticos que ven en la consulta un mecanismo legítimo y necesario.
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Una reforma en juego
El trasfondo de esta consulta popular es la reforma laboral propuesta por el Gobierno, que tiene 82 artículos, frente a los apenas dos artículos del proyecto presentado por el Partido Liberal.
Sanguino calificó esta propuesta alternativa como una “reformita” o “proyecto bonsái”. En contraste, la consulta popular busca blindar los puntos esenciales de la iniciativa oficial: estabilidad laboral, derechos colectivos, equidad de género y protección del trabajo en plataformas digitales.
Camino sin reversa
Con la recolección de apoyos ciudadanos, el despliegue de comités regionales y el uso de herramientas digitales, el Gobierno acelera su estrategia para que la consulta popular no quede en el limbo.
Y el mensaje es claro: si el Senado no actúa, será la ciudadanía la que hable en las urnas.
En palabras del propio Benedetti, la consulta popular “va porque va”. Una frase que resume la determinación de una administración que apuesta por la movilización social como respuesta a la lentitud legislativa.