Duro panorama en Bogotá: nuevo censo revela más de 10.400 habitantes de calle

La Alcaldía de Bogotá, a través de la Secretaría de Integración Social, la Secretaría de Planeación y el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), llevó a cabo el VIII Censo de Habitantes de Calle.
Esta medición, una de las más complejas realizadas en la ciudad, forma parte del Plan Distrital de Desarrollo ‘Bogotá Camina Segura’ 2024-2027 y busca reducir las formas extremas de exclusión social.

Le puede interesar: Caos en el Consejo de Ministros del gobierno Petro
Un proceso logísticamente desafiante
El secretario de Integración Social, Roberto Angulo, resaltó la complejidad del censo debido a la movilidad de esta población. En el operativo participaron 599 censistas, quienes recorrieron 699 cuadrantes de Bogotá durante 15 días.
Esta estrategia permitió obtener información más precisa y detallada sobre los habitantes de calle en la ciudad.
Entre los principales objetivos del censo se destacan:
- Establecer el número y ubicación de los habitantes de calle.
- Identificar los factores que inciden en la habitabilidad en calle.
- Generar datos actualizados para diseñar políticas públicas y servicios integrales.
- Determinar redes de apoyo, condiciones de salud, educación y seguridad alimentaria.
- Analizar patrones de consumo de sustancias psicoactivas y condiciones de discapacidad.
Cifras y hallazgos del censo
El último censo, realizado en 2017, identificó 9.538 personas en esta condición. Sin embargo, la crisis económica, la pandemia y los flujos migratorios han agravado la situación.
En 2024, se encuestaron 11.260 habitantes de calle en 19 localidades, lo que evidencia un incremento significativo. Las localidades con mayor concentración de habitantes de calle siguen siendo Los Mártires, Santa Fe, Kennedy y Puente Aranda.
Sin embargo, en lugares como Bosa, Suba y Fontibón se ha observado un aumento, lo que indica una dispersión del fenómeno hacia las periferias de la ciudad.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, subrayó la importancia del censo para la toma de decisiones: «Hay más de 10.400 habitantes de calle en Bogotá. El censo nos permitió llegar a esa información. Hay una dispersión mayor, el centro sigue siendo el punto de mayor concentración, pero también han aparecido nuevos focos en otras zonas. Esto nos permite diseñar estrategias más efectivas para su atención».
Un enfoque diferencial y tecnología en el censo
Para garantizar una evaluación integral, el censo incluyó un cuestionario de 42 preguntas en 13 dimensiones clave. Se abordaron aspectos como la historia laboral, acceso a salud, consumo de drogas, migración y redes familiares.
También se consideró la seguridad alimentaria y condiciones específicas de las mujeres en edad menstrual.
Según la Secretaría de Integración Social, a diferencia de censos anteriores, en esta edición se logró que el 85 % de las encuestas fueran directas, lo que mejora la calidad de la información.
Además, el 99 % de los datos fueron capturados en dispositivos móviles, lo que permitió una georreferenciación más precisa.

También le puede interesar: Seguridad y salud en el trabajo en Colombia (2025)
El panorama es complejo y hay desafíos por afrontar
El trabajo de los censistas no estuvo exento de dificultades. Desde las lluvias en Santa Fe y La Candelaria hasta las condiciones de inseguridad en Los Mártires, los equipos enfrentaron múltiples retos.
Sin embargo, lograron recopilar información valiosa para mejorar la atención de esta población.
En el análisis preliminar se identificó que en algunas localidades los habitantes de calle mantienen vínculos con sus familias y buscan ingresos, mientras que en otras persiste un alto grado de vulnerabilidad. En zonas como Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal, por ejemplo, se evidenció una población más conectada con sus redes de apoyo.
El recorrido también mostró cambios en la distribución geográfica de los habitantes de calle. En el norte y occidente de la ciudad, se evidenció el abandono de personas mayores y la permanencia de habitantes de calle en cambuches a lo largo de la autopista Norte.
También, en localidades como Chapinero y Usaquén se detectaron zonas de riesgo en los cerros orientales.
¿Cuáles son los próximos pasos para la construcción de políticas públicas?
El cierre del censo se realizó en puntos fijos como hogares de paso de la Secretaría de Integración Social y el IDIPRON. Con los datos recolectados, se avanzará en la formulación de estrategias para reducir la exclusión extrema.
El análisis de la información se llevó a cabo entre octubre y noviembre, y los primeros resultados preliminares se presentaron en diciembre de 2024. Pero los resultados finales se conocieron en enero de 2025, lo que servirá como insumo clave para la toma de decisiones en políticas sociales.
Carlos Cardozo, subdirector para la Adultez, destacó la importancia del proceso: «Este censo no solo fue un reto técnico y logístico, sino también una oportunidad para visibilizar la situación de los habitantes de calle y generar estrategias efectivas para su inclusión».

Con esta información actualizada, se espera que Bogotá pueda orientar mejor sus esfuerzos en la atención de una población históricamente excluida, garantizando un enfoque más preciso en la construcción de políticas públicas que contribuyan a mejorar sus condiciones de vida.