La importancia de las semillas en Colombia: Clave para enfrentar el cambio climático y fortalecer la seguridad alimentaria
Las semillas en Colombia juegan un papel fundamental en el desarrollo agrícola de las comunidades. Según expertos, su importancia trasciende la cadena alimentaria y tiene implicaciones incluso en la riqueza cultural del país.

En un foro reciente se discutieron cuáles son las semillas en Colombia que representan un eslabón clave para suplir la demanda de alimentos nutritivos y una dieta más balanceada.
Este encuentro académico, celebrado de la mano de Acosemillas y la Universidad Externado de Colombia, reunió a expertos nacionales e internacionales para discutir cuáles son las semillas necesarias en el país y cuáles son los mayores desafíos de la producción de semillas, un mercado que, en escala global, alcanzó los USD $16.000 millones en el 2023.
Le contamos en qué resultó esta indagación de la situación actual de las semillas en Colombia.
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Fundamento del sustento humano y cultural
Las semillas son mucho más que el primer eslabón de la cadena alimentaria. Según Leonardo Ariza Ramírez, gerente general de Acosemillas, no solo representan el principio del sustento humano, sino que también son fundamentales para el intercambio cultural y la diversidad de saberes.
Este foro subrayó la importancia de integrar tanto las semillas en Colombia de origen ancestral y criollo como aquellas variedades tecnológicamente avanzadas para fortalecer la seguridad alimentaria y fomentar el desarrollo económico del país.
Durante el evento, Ariza destacó que las discusiones giraron en torno a la coexistencia de diversos tipos de semillas en Colombia, donde la modernización tecnológica puede convivir con la preservación de la biodiversidad genética. La combinación de ambos enfoques es clave para enfrentar los desafíos del cambio climático y garantizar que tanto las generaciones actuales como futuras puedan acceder a una alimentación adecuada.

Semillas en Colombia
Luis Guillermo Santos Meléndez, del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), destacó que Colombia debe conocer y preservar su patrimonio genético. El CIAT, a través de su Banco de Semillas del Futuro, trabaja en la conservación de una vasta colección de semillas, que incluye variedades nativas, silvestres y criollas, muchas de ellas originarias de Colombia. Esta diversidad es un recurso invaluable para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.
Para el 2023, las importaciones y exportaciones de semillas en Colombia alcanzaron los USD $118 millones (18.076 toneladas). En cuanto a importaciones, las semillas que tomaron la delantera fueron el maíz, las forrajeras, hortalizas, flores y oleaginosas.
En paralelo, las importaciones de semillas en Colombia se situaron en USD $100 millones (15.134 toneladas) para el año previo, lo que da cuenta de una profunda necesidad de potenciar la producción local de semillas.
Francisco Bejarano Rodríguez, presidente de la Organización Pajonales resaltó la importancia de producir semillas certificadas que respondan a las variables ambientales y sociales. Para Bejarano, la calidad y la propiedad intelectual son esenciales no solo para garantizar el alimento, sino también para fortalecer la competitividad económica del país.

Qué dicen los expertos internacionales
Leobigildo Córdova Téllez, del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas de México (SNICS), indicó que la FAO ha identificado la necesidad de diversificar la producción agrícola. Actualmente, se requieren al menos 64 cultivos distintos, lo que plantea un reto para aumentar el número de especies vegetales cultivadas para alimentar a una población mundial en crecimiento. La combinación de esfuerzos entre los sectores público y privado resulta esencial para combatir la pobreza y garantizar una alimentación adecuada.
Por su parte, Pedro Rocha Salavarrieta, especialista en biotecnología del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), remarcó que el uso de semillas de calidad es crucial para aprovechar el potencial genético de Colombia. Según Rocha, tanto las semillas modernas como las criollas deben ser integradas en sistemas tecnológicos que maximicen su producción, permitiendo así que la agricultura colombiana se desarrolle de manera sostenible.

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Desafíos y oportunidades en la producción de semillas
Carlos Eduardo Villota, gerente de Semillano, indicó que la producción de semillas certificadas enfrenta importantes desafíos en Colombia, especialmente en términos de adopción por parte de los agricultores. Este proceso debe involucrar a todos los actores clave —incluyendo a científicos, agricultores y entidades gubernamentales— para asegurar que las semillas se adapten a las necesidades locales.
Por otro lado, Alberto Rosero, del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), enfatizó que las semillas deben cumplir con cuatro criterios fundamentales de calidad: genética, física, fisiológica y sanitaria. Aunque las semillas nativas y criollas no están reguladas por el ICA, Rosero reconoció su valor dentro de los procesos de mejora continua en las comunidades indígenas, dado que ofrecen resistencia a plagas y requieren menos fertilización, aunque su rendimiento es más bajo en comparación con las variedades mejoradas.
“Los desafíos del sector de semillas en Colombia es lograr la coexistencia entre los diferentes modelos tecnológicos de producción, desde el autoconsumo y la economía familiar campesina e indígena hasta llegar a modelos agroempresariales de mediana y gran escala. Esto significa garantizar el derecho que tienen todos los agricultores a cultivar bajo el sistema que se ajuste a sus condiciones económicas y sociales –siempre velando por la conservación del medio ambiente–, y así fortalecer la seguridad alimentaria y la sustitución de importaciones de productos agropecuarios, sin afectar la tradición, la innovación, la cultura de los diferentes actores del sector rural.”, destaca Leonardo Ariza de Acosemillas.
Finalmente, John Fredy Hernández Nopsa, investigador de Agrosavia, ratificó que la calidad es el principal factor que debe guiar la selección de semillas en Colombia. Las semillas libres de plagas y enfermedades garantizan una producción vigorosa y segura, lo que beneficia tanto a los agricultores como a las comunidades que dependen de ellas.