La narrativa de víctima, la apuesta para el 2026

Andrés Pachón
Abogado investigador, magíster en Derecho Público con experiencia en litigio estratégico. Medio ambiente, derechos y desarrollo. Twitter: @AndresPachonTor
El presidente Gustavo Petro ha dejado ver su estrategia de cara a lo que queda de gobierno y a las próximas elecciones: presentarse como una víctima del establecimiento, posición en la que juega de local, pues desde ahí ha impulsado toda su carrera.
El papel de víctima lo interpreta a la perfección, y le ha significado grandes galardones políticos. Antes de terminar su cuestionable alcaldía, con una altísima desfavorabilidad y una ciudad en caos, fue la sanción del entonces procurador Ordoñez la que lo revivió, pues quedó como la víctima de un personaje oscuro, ortodoxo y representante de la política tradicional, que “no lo dejó gobernar”.
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Ahora de Presidente, y habiendo hecho acuerdos con Uribe, graduó de su archienemigo al Fiscal Barbosa, nefasto personaje con ínfulas de monarca, que lo único que hizo fue garantizar impunidad para sus compadres y llevar la dignidad de su cargo a uno de los sótanos más bajos y oscuros de la historia de esa institución, casi igualando la impronta de Néstor Humberto Martínez.
Pero lo cierto es que la narrativa de víctima es la respuesta de Petro frente a todos los escándalos e incumplimientos que no han parado de sacudir a su gobierno.
Ineficiencia absoluta. En 2023 el gobierno Petro batió el récord de la peor ejecución presupuestal en 15 años. De los cuantiosos recursos de inversión disponibles solo fue ejecutado el 70%. Los 5 peores sectores en materia de ejecución fueron los siguientes:
· Vivienda, ciudad y territorio (40,9%). Los encargados de los subsidios para que familias vulnerables accedan a vivienda propia.
· Ambiente y desarrollo sostenible (33,5%). Quienes debían prepararse para enfrentar El Niño.
· Planeación (26,3%). ¿Cuál planeación?
· Hacienda (22,7%). Con todo y que pagaron doble sueldo en diciembre.
· Presidencia (6%). Sin palabras.
Rodeado de miel. Benedetti, quien reveló audios sobre el ingreso de $15.000 millones de financiación ilegal a la campaña de Petro y que amenazó con que todos se irían presos, vuelve en forma de embajador ante la FAO en Roma. Esto, que hubiera sido un escándalo inadmisible en otro gobierno, con Petro pareciera parte del paisaje.
Su mano derecha, Laura Sarabia, investigada por interceptaciones ilegales y envuelta en el escándalo de la niñera, no solo volvió al gobierno sino que manda en su Consejo de Ministros. También suena el regreso de Roy Barreras. ¡Unas joyas!
Golpeando el bolsillo de la gente. Petro, consciente de su poder para neutralizar las movilizaciones, hizo lo que Duque no pudo. No ha parado de subir la gasolina, alista la subida del Diésel, congeló un año los peajes pero en 2024 el alza será del doble e incumplió sus promesas de justicia tarifaria en la luz.
También le subió los impuestos a lo que mucha gente come por necesidad y no descarta una nueva tributaria.
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Blando con los poderes extranjeros. Mientras Petro en sus discursos internacionales le habla “duro” al “norte global”, sin mencionar nombres propios, en la práctica toda su política ha sido refrendada por Biden, y respaldada por el FMI y el Banco Mundial, instituciones que velan por los intereses de ese norte global que él “critica”.
Asimismo, se le olvidó su promesa de renegociar el TLC con EEUU, que sigue lesionando el agro y la industria de nuestro país, y su gobierno ha hablado de abrir en nuestro territorio sedes de la NYPD, centros de formación del Pentágono y hasta un radar estadounidense en la Isla Gorgona, sin importarle que sea un parque natural.
Escándalos familiares. Su hijo Nicolás Petro, investigado por recibir dineros del narcotráfico; su hermano involucrado en cuanto asunto turbio sale a la luz pública; su esposa cuestionada por viaticar y tener a su servicio a todo un séquito financiado por el erario… Las palabras corrupción y nepotismo, tan usadas en campaña, desaparecieron de su relato, pero viven en su propia casa.
Y la lista continúa. La pérdida de los Juegos Panamericanos, el caos con los pasaportes, la investigación sobre posible corrupción que rodea este caso y que tiene suspendido al Canciller, la reducción del presupuesto de los bomberos en plena sequía, etc., etc., etc.
Conclusión
Son muchos los incumplimientos de este gobierno, y es creciente el sentimiento de frustración y arrepentimiento por haber apoyado al líder de la Colombia Humana. Por eso, la carta lanzada por el Presidente desde los discursos del Pacífico es la narrativa de la víctima, y como florero de Llorente encontró un trino de una cuenta falsa del Fiscal Barbosa.
De ahí, Petro gritó que había un rompimiento institucional y su ejército de bodegas digitales engordadas a punta de contratos directos e indirectos salió a posicionar la narrativa de la víctima, con la que piensan cabalgar lo que queda del gobierno y posicionar un candidato para el 2026.