Los debates críticos de la COP16

Andrés Pachón
Abogado investigador, magíster en Derecho Público con experiencia en litigio estratégico. Medio ambiente, derechos y desarrollo. Twitter: @AndresPachonTor
Se aproxima el inicio de la COP16 de biodiversidad. El país está en modo COP, y esto es importante porque ha permitido abrir el debate en torno a la trascendencia de la diversidad biológica, el patrimonio genético, sus usos, su relación con las comunidades y su estrecha relación con el cambio climático.
Pero más allá de la sensibilidad y la pedagogía que ha generado este encuentro, la COP16 está repleta de profundos debates críticos que cuestionan su alcance y eficacia, empezando por el hecho de que buena parte de las definiciones que adopta son el resultado de la disputa de los intereses geopolíticos y económicos que actualmente vive el plantea.
Estos son los principales debates críticos de la COP16 de Biodiversidad:
Mercantilización de la diversidad biológica y cultural
Las principales críticas a la COP16 se centran en que sus grandes definiciones se sustentan en una visión mercantilista de la diversidad biológica y cultural, a través de la creación de mecanismos multilaterales para la distribución financiera de los beneficios obtenidos por el uso de secuencias genéticas, que son los insumos para la biotecnología, la farmacéutica y el sector agroquímico.
Bajo esta lógica, el sur global nuevamente pone sus inmensos recursos naturales, para que sean explotados y transformados por las grandes potencias económicas, quienes dejan unas cuentas monedas a los países de origen de la riqueza natural mientras concentran en sus manos los grandes beneficios. La lógica del saqueo de siempre, pero aplicada a la biodiversidad.

Mecanismos financieros sobre la naturaleza
Otro de los profundos debates críticos está relacionado con los mecanismos financieros sobre la naturaleza. Por una parte, el actual Gobierno viene adelantando, de la mano del Fondo Monetario Internacional (FMI), propuestas para intercambiar deuda por acción climática.
De entrada puede sonar como una idea atractiva, pero el problema está en la letra menuda. Esto se debe a que ese intercambio no es gratuito y el mejor ejemplo es lo sucedido con las Islas Galápagos en Ecuador, que acogió este mecanismo.
En ese caso no se redujo la deuda pública —tan solo se descontó una parte de los intereses— y, a cambio, el gobierno ecuatoriano le cedió el control administrativo de semejante ecosistema a una ONG extranjera, que terminó estando controlada por grandes multinacionales del ambiente y fondos de inversión. El riesgo es nada menos que la privatización y la extranjerización de inmensas áreas de riqueza natural.
El otro gran instrumento es el de los Bonos de Carbono (REDD+) y la idea de crear unos nuevos bonos de biodiversidad, con los que se les pagaría a comunidades para que cuiden los bosques y la selva.
Nuevamente suena sensato, pero en medio de la búsqueda voraz por encontrar nuevos negocios, las grandes corporaciones terminan usando estos mecanismos para limpiar sus nombres y mostrarse “carbono neutras”, mientras todo un conjunto de intermediarios relacionados entre sí son los que terminan acaparando el grueso de los recursos, arrojándoles unas cuantas migajas a las comunidades, quienes muchas veces terminan siendo suplantadas por falsos representantes.
Una vez más el capital financiero abre nuevos nichos de especulación, pero ahora en los mercados verdes. No les importa frenar la deforestación, ni fortalecer a las comunidades; solo los impulsa llenarse los bolsillos y crear nuevos papeles para negociar en las bolsas de valores.
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¿COP16, Paz con la naturaleza?
El lema de la COP16 también ha levantado fuertes críticas, pues mientras hablan de paz, el Gobierno Petro ha insistido en instalar proyectos militares financiados por Estados Unidos en la Isla Gorgona, tesoro del Pacífico, y en nuestro Amazonas, pulmón del mundo. A lo anterior se suma la idea planteada por el Presidente de crear una OTAN en la Amazonía que “proteja” este territorio.
Sin duda, se necesitan medidas estructurales para detener la deforestación, pero esto debemos adelantarlo de manera soberana y no bajo la batuta de las grandes potencias económicas, como Estados Unidos, quien han dejado claro que más que ayudarnos le interesa controlar nuestros recursos naturales. Que no nos pase con el Pacífico, el Amazonas y el agua lo que nos pasó con Panamá.

El futuro de las transiciones energéticas, el agua y los ríos
En la actualidad, no se puede hablar de soluciones a la pérdida de biodiversidad y a la crisis climática sin hablar de transición energética. Sin embargo, la energía eólica y la solar no dejan de tener impactos y problemáticas que se deben revisar en concreto.
El desconocimiento de las consultas previas a las comunidades, su nula participación en los beneficios generados por los proyectos y repetir la historia de explotación que ya vivimos con los hidrocarburos, están en el centro de las preocupaciones. El mejor ejemplo es La Guajira.
También es un debate crítico la defensa de los páramos, el río Magdalena, el río Cauca y el Amazonas, cuyas cuencas son parte central de nuestra diversidad biológica. Así mismo, la discusión sobre la agroecología, la protección de las semillas, la soberanía alimentaria y un pensamiento ambiental más integral que entienda la profunda conexión de los pueblos con los ecosistemas.
Todos estos debates tendrán un espacio en el encuentro COP16 DEBATES CRÍTICOS, la biodiversidad en las voces de los pueblos, que se realizará el viernes 25 y sábado 26 de octubre en la Universidad Nacional sede Palmira, Valle del Cauca.
Extendemos una cordial invitación a que nos acompañen en este encuentro crítico y divergente, que surge como un espacio para que las comunidades, los pueblos, la academia y la sociedad civil confluyan en un escenario verdaderamente autónomo e independiente, que no esté sujeto a la agenda del gobierno de turno, y que pueda tejer una Agenda Ambientalista Alternativa propia. ¡Únete! Inscripciones en el siguiente link: