Nuevas reglas buscan mejorar el transporte aéreo en Colombia y proteger a los pasajeros
El Senado de la República dio luz verde a un proyecto de ley que transformará la experiencia de los usuarios del transporte aéreo en Colombia. Se trata de una iniciativa que busca proteger los derechos de los pasajeros frente a prácticas abusivas de las aerolíneas y mejorar la calidad del servicio en los vuelos nacionales.

Más de 80 mil quejas anuales por parte de usuarios del transporte aéreo en Colombia motivaron este proyecto, que se venía discutiendo desde hace más de seis años en el Congreso. Ahora, con su aprobación en plenaria del Senado, pasa a la Cámara de Representantes para los dos debates finales.
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No más sobreventa sin consecuencias
Uno de los principales logros del nuevo articulado es la regulación de la sobreventa de pasajes. A partir de ahora, si una aerolínea vende más tiquetes de los que realmente puede ofrecer, estará obligada a informar previamente al pasajero afectado. Además, deberá compensarlo con el 5 % del valor del pasaje.
Este punto fue impulsado por el senador Alexander Flórez, quien celebró que finalmente se ponga freno a una de las prácticas más criticadas en el transporte aéreo en Colombia. El congresista afirmó que ya es momento de proteger al usuario para que no sea siempre el que pierde.
Sin embargo, no todo lo propuesto fue aprobado. Un artículo que buscaba intervenir en la regulación de tarifas fue rechazado, con 38 votos en contra y 30 a favor. Aun así, los impulsores del proyecto consideran que el avance logrado ya representa un cambio profundo en el transporte aéreo en Colombia.

Transporte aéreo en Colombia con mejores condiciones y más vigilancia
La ley también establece la obligación de garantizar asientos más cómodos y con espacio suficiente entre ellos, de acuerdo con estándares internacionales. Esto busca que volar dentro del país no sea una experiencia incómoda o restrictiva, como muchas veces ocurre actualmente en el transporte aéreo en Colombia.
Otro punto clave es el fortalecimiento de la responsabilidad sobre el equipaje. Desde el momento en que el pasajero lo registra, la aerolínea deberá responder por cualquier daño o pérdida, con una compensación adecuada. Este cambio busca corregir una de las mayores causas de inconformidad en el transporte aéreo en Colombia.
Además, se exigirá que en todos los aeropuertos del país haya un funcionario de la Aeronáutica Civil encargado de vigilar el cumplimiento de las normas. Esta figura permitirá actuar de inmediato ante cualquier irregularidad y se convertirá en un canal directo entre el usuario y la autoridad.
En cuanto a los retrasos, si se generan por causas atribuibles a la empresa, los pasajeros serán compensados con bonos redimibles. Es una medida concreta frente a un problema que ha afectado por años la confiabilidad del transporte aéreo en Colombia.

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Un proyecto con respaldo ciudadano
La senadora Ana María Castañeda, ponente del proyecto, afirmó que esta ley responde al clamor de miles de colombianos que se sienten desprotegidos frente a las aerolíneas. Según Castañeda, es claro que el panorama actual exige un cambio en el sistema de transporte aéreo en Colombia, por lo que debe haber consecuencias para quienes incumplen las reglas del sistema.
Por su parte, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, destacó que estas medidas beneficiarán a todos los sectores de la población. Afirmó que hay regiones que dependen exclusivamente del transporte aéreo para conectarse con el resto del país. En ese sentido, es una necesidad garantizar rutas que conecten a los habitantes de las áreas más alejadas del país con otras regiones del país.

Aunque aún falta que la Cámara apruebe el proyecto en dos debates adicionales, hay consenso en que su aprobación definitiva está cerca. La expectativa es que, una vez convertido en ley, se implemente de forma rápida y rigurosa.
En definitiva, estas nuevas normas marcan un antes y un después para el transporte aéreo en Colombia. Con más control, mejores condiciones y reglas claras, los pasajeros tendrán por fin herramientas reales para defender sus derechos. Una buena noticia para quienes vuelan, pero también una advertencia para las empresas: el juego cambió.