El ocio, el descanso, el retiro y el emprendimiento

Diego Cabrejo
Matemático e Ingeniero Electrónico, Magíster en Matemáticas Puras, Gerente de Riesgo y Co-Founder de la Fintech Prestanza (R). dcabrejo@prestanza.com
En el mundo empresarial, donde la eficiencia y la productividad son valores fundamentales, rara vez se habla del papel esencial que juegan el ocio, el descanso y los retiros en el crecimiento personal y profesional de los gerentes. Sin embargo, estas tres dimensiones son clave para potenciar la creatividad, fortalecer el liderazgo y garantizar la sostenibilidad de una empresa a largo plazo. Pero, ¿cuánto tiempo les dedicamos realmente a estas actividades con el fin de hacer crecer nuestros negocios?
Recientemente, tuve la oportunidad de experimentar un retiro en el Foyer de Charité, una comunidad religiosa ubicada en el municipio de Cogua, a 50 km de Bogotá. Este centro ofrece diversas experiencias de introspección y espiritualidad, incluyendo retiros para jóvenes, parejas y familias, así como un retiro de silencio de siete días.
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Durante años dudé en tomar esta experiencia, temiendo que una semana sin hablar ni tener contacto con el mundo exterior pudiera resultarme insoportable. Sin embargo, en febrero de 2025, decidí dar el paso y sumergirme en la experiencia. Dejé que el mundo avanzara sin mí por siete días y, sorprendentemente, el resultado fue transformador.
Al finalizar el retiro, sentía una energía renovada, una claridad de propósito inquebrantable y una fortaleza espiritual que me impulsaba a ser mejor en todos los aspectos de mi vida: como ser humano, como miembro de mi familia y como líder en mi empresa.
Seis semanas después, la conexión con mi visión empresarial sigue intacta, y he llegado a la firme convicción de que todos los gerentes deberían considerar la posibilidad de desconectarse por completo durante una semana, al menos una vez al año. Un retiro en silencio, sin celular ni distracciones, permite orar más, leer más, escribir más y, sobre todo, pensar más.
El ocio como herramienta de innovación
Para muchas personas, desconectarse del trabajo, incluso por un solo día, puede parecer una pérdida de tiempo o un acto de egoísmo. Confieso que durante mucho tiempo compartí esta sensación. Me identifico como una persona trabajadora, y tomar tiempo para mí mismo sin una justificación productiva me resultaba incómodo. Sin embargo, con el tiempo he aprendido que el ocio es una fuente inagotable de creatividad y solución de problemas.
Caminar sin un destino fijo, perderme en mis pensamientos bajo el sol, la lluvia o el viento, me ha permitido ordenar mis emociones y conectar ideas aparentemente inconexas. Este ejercicio de divagación consciente es una herramienta poderosa que debería ser incorporada en la rutina de cualquier gerente. Aunque no tengo datos concretos para respaldarlo, estoy convencido de que todos los líderes empresariales deberían dedicar al menos un día a la semana para simplemente caminar, pensar y reflexionar sin interrupciones tecnológicas.
El ocio, cuando se combina con la preocupación constante por mejorar la empresa, puede generar ideas innovadoras y permitir la conexión entre la estrategia y las acciones tácticas necesarias para el día a día. Fortalecer nuestra capacidad de reflexionar nos permite no solo mejorar nuestra empresa, sino también vivir con mayor intensidad la cultura organizacional que estamos construyendo.
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El descanso: la clave para la toma de decisiones
El descanso es un ejercicio profundamente personal. No existe una receta universal sobre cuántas horas debemos dormir o cuál es la mejor manera de recargar energías. Algunos funcionarán mejor con ocho horas de sueño, otros quizá necesiten diez. Algunos sentirán la necesidad de una siesta a mitad del día, mientras que otros encontrarán en la meditación o en pausas activas la manera de revitalizarse.
Lo que es innegable es que la falta de descanso impacta negativamente en la capacidad de concentración, en la toma de decisiones y en la resolución de problemas. La fatiga acumulada disminuye la productividad, incrementa el estrés y nos vuelve más propensos a refugiarnos en distracciones superficiales como las redes sociales. Jornadas de trabajo ininterrumpidas no solo reducen la calidad del trabajo que podemos ofrecer, sino que también afectan nuestro bienestar físico y emocional.
Repensar la cultura empresarial: una tarea pendiente
Es curioso que, en la mayoría de las empresas, midamos con rigurosidad una infinidad de indicadores: tiempos, cargas laborales, ingresos, gastos, productividad y múltiples KPI. Sin embargo, rara vez nos detenemos a evaluar la calidad del descanso de nuestros directivos, los momentos de ocio que pueden potenciar la creatividad y los beneficios que los retiros pueden aportar a la organización.
Es evidente que esta es una tarea pendiente en la cultura empresarial moderna. Si queremos construir empresas sostenibles y líderes resilientes, debemos replantearnos cómo valoramos el descanso y la introspección dentro del mundo corporativo.
El ocio no es un lujo, sino una necesidad. El descanso no es una pérdida de tiempo, sino un recurso estratégico. Y los retiros no son un escape de la realidad, sino una forma de reconectar con nuestro propósito. Es momento de que las empresas, incluyendo la mía, comiencen a medir y fomentar estas prácticas para el beneficio de la organización, del individuo y de la comunidad en su conjunto.
Nota: La corrección de estilo del presente artículo ha sido realizada con ChatGPT.