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Seamos pragmáticos

Cámara Ambiental del Plastico, Columnista

Cámara Ambiental del Plástico

La Cámara Ambiental del Plástico representa a más de 100 empresas del sector polietileno, poliestireno, polipropileno y poliuretano, fabricantes de productos plásticos, maquinaria, equipos y aditivos para la industria y comercio en Colombia.

Cualquier cambio o modificación del uso del plástico por otro sustituto sería acelerar el calentamiento global. No existe, entre las invenciones de la civilización humana, un elemento con tantas cualidades para el cuidado de la salud y la alimentación de las personas. No hemos tenido como especie un logro más avanzado en términos tecnológicos que la maleabilidad del plástico y la heterogeneidad de sus usos e impactos positivos en todos los sectores de la industria y el comercio. 

En términos de consumo de energía y de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), la industria plástica supera con creces cualquier posible sustituto, como el papel, el cartón, el vidrio, el aluminio u otros materiales, todos ellos menos amigables con la premisa de detener el calentamiento global. 

¡Ojalá no sea muy tarde para alertar a la sociedad de que cualquier remedio diferente al plástico podría ser un error fatal para la humanidad!

Hacer uso racional del plástico y reciclarlo son dos premisas de orden paradigmático en la esencia de los plásticos. Lo absurdo es la incultura, la desidia, el despropósito con el que los países subdesarrollados como Colombia asumen el compromiso de educar y castigar a todos los ciudadanos irresponsables frente a la disposición final de los residuos sólidos.

No podemos rendirnos frente al uso productivo y rentable del aprovechamiento de la basura y mucho menos ser indiferentes ante el holocausto de los océanos y la contaminación por plásticos. Este problema se soluciona con cultura y con acciones de limpieza, pero los gobiernos siguen echándole la culpa al material y prohibiendo su uso, en vez de reglamentarlo como es debido. 

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La industria plástica mundial está convencida de que la transformación del plástico hacia el futuro está garantizada, siempre y cuando tomemos conciencia del impacto ambiental que genera. El reciclaje es el elemento primordial.

En los aeropuertos y lugares públicos de Alemania nadie piensa en prohibiciones, porque el reto de reciclar ha sido incorporado en la cultura de todos los ciudadanos y nadie duda de la importancia de recuperar los residuos, producto del diario vivir. Las basuras en todos los hogares están estrictamente separadas y son entregadas según horarios y rutas establecidas previamente por el Estado; la regulación es clara y a nadie afecta, salvo a los irresponsables que la incumplen.

Nuestra preocupación radica en las acciones prohibitivas que asumen algunas empresas, cadenas hoteleras, tiendas de despacho y centros comerciales, entre otros, que pueden afectar seriamente la industria global. Y, a nivel nacional, nos preocupa que los políticos están malinterpretando el verdadero reto que tiene la sociedad y la forma que debe adoptar el compromiso con el cuidado del medio ambiente.

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