Secado del café en menos de cinco días: así lo logró un investigador colombiano
Un nuevo método reduciría drásticamente el tiempo y el impacto ambiental del secado del café. Así funciona esta propuesta colombiana.

Un desarrollo reciente de la Universidad Nacional de Colombia plantea un cambio importante en el secado del café. A través de un enfoque alternativo al proceso tradicional colombiano, el investigador Nicolás García Rodríguez logró reducir el tiempo de secado de hasta 20 días a menos de cinco, sin usar agua ni despulpar el fruto. La técnica se basa en el uso de café natural, un método poco frecuente en Colombia, pero común en regiones productoras como Brasil o Etiopía.
El secado del café convencional implica lavar el grano y exponerlo al sol, lo que consume hasta 40 litros de agua por cada kilo de café pergamino seco. Además del alto consumo hídrico, este proceso genera aguas residuales con residuos del fruto, muchas veces vertidas directamente en fuentes naturales sin tratamiento. Esta práctica, sin duda, es un riesgo ambiental significativo, sobre todo en zonas donde la gestión del agua es limitada.

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Secado del café sin depender del clima
Ahora bien, el método de café natural deja secar la cereza entera, tal como se recoge. Y aunque implica riesgos mayores de daño por hongos o insectos, especialmente durante temporadas de lluvia, el investigador propuso controlar el proceso mediante un secador mecánico. Con ello, el secado del café se vuelve más predecible y seguro, sin depender de condiciones climáticas inestables.
Tecnología aplicada al secado
El estudio empleó un secador de convección forzada que impulsa aire caliente de forma controlada a través de las capas del grano. El secado del café se llevó a cabo con diferentes combinaciones de temperatura (45 °C y 55 °C) y flujo de aire (35 y 46 pies cúbicos por minuto), usando muestras recolectadas en Ibagué y Anolaima.
Cada tratamiento fue evaluado en términos de actividad de agua, pH, grados Brix, color y sabor final del grano. Los resultados indicaron que las condiciones de menor temperatura y flujo moderado preservaron mejor las cualidades sensoriales del café. Las pruebas de catación revelaron perfiles afrutados, buena acidez y dulzura, características buscadas en el mercado de cafés especiales.

Adicional a esto, una parte importante del estudio fue la simulación computacional del secado del café. A partir de los datos obtenidos, García desarrolló modelos matemáticos capaces de prever cómo se comportará el grano bajo distintas condiciones. Esta herramienta permitirá a los productores anticipar los resultados y reducir pérdidas, facilitando una toma de decisiones más informada.
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Efectos para el sector cafetero
El nuevo enfoque del secado del café ofrece beneficios técnicos, económicos y ambientales:
- Disminución del uso de agua.
- Reducción de la contaminación por aguas mieles.
- Mayor estabilidad en el proceso de secado.
- Mejora en la calidad sensorial del producto.
- Acceso a nichos de mercado especializados.

Además, al requerir menos infraestructura y tiempo, este modelo puede ser implementado por pequeños y medianos productores, quienes enfrentan mayores limitaciones técnicas.
El estudio, dirigido por el profesor Robinson Osorio Hernández, puso en relieve el papel de la ingeniería en la transformación del sector cafetero.
Lejos de sustituir los conocimientos tradicionales, propone complementarlos con herramientas científicas que hagan más eficiente y sostenible el secado del café. Esta innovación técnica permite pensar en un modelo productivo más responsable con el medioambiente y económicamente viable en contextos rurales.