Semana laboral de 4 días en Colombia: dificultades para implementarla
A la par que se está discutiendo una reforma laboral en el Congreso de la República que propone volver a la jornada nocturna de doce horas —de 6:00 PM a 6:00 AM— y pagar el 100% del recargo por trabajo en días festivos, entre otras medidas, el mundo está pensando, estudiando y debatiendo la prometedora pero a la vez polémica reducción de la semana laboral a 4 días.
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La jornada laboral en Colombia es de 48 horas y 6 días a la semana, aunque pasará a ser de 47 horas en julio de este año y seguirá reduciéndose hasta ser de 42 horas en 2026. Además, si se aprueba la reforma laboral como fue radicada en marzo en el Congreso, esta pasaría a ser de 42 horas semanales distribuidas en los días acordados entre empleador y empleado. Aún así, se trataría de una jornada larga, en comparación con la de países como Francia, en donde es de 35 horas a la semana.
En nuestro país, como en otros puntos del planeta, académicos en asociación con empresas interesadas en innovación han puesto en práctica el paso de una jornada laboral de 5 días —cerca de 40 horas a la semana— a una de 4 días.
La teoría tiene sus propios seguidores y detractores y, cuando se conocen los resultados de ponerla en práctica, expertos advierten la necesidad de analizar las dos caras de la moneda.
Algunos estudios han resaltado los beneficios de una jornada semanal de 4 días, que van desde disminuir los niveles de estrés, agotamiento y problemas de sueño en los trabajadores, hasta aumentar la productividad del personal. Sin embargo, expertos también han llamado la atención sobre la importancia de la rigurosidad a la hora de hacer los análisis y resaltan por lo menos cuatro puntos a tener presentes al momento de evaluar su aplicación en las empresas.
La edición de España del medio estadounidense Business Insider indagó sobre los resultados y las opiniones en las empresas que aplicaron la semana laboral de 4 días; los beneficios para los empleadores y empleados, y los desafíos al garantizar el rendimiento laboral y la salud mental de todas las personas que hacen parte de la empresa.
1. Revisar el contexto para analizar la aplicación de la semana laboral de 4 horas
Discusiones como la reducción de la semana laboral a 4 días, así como la de disminuir el número de horas semanales hasta pasar de cerca de 42 a 32 horas, deben incluir un análisis del contexto de su aplicación. Para ello, es importante conocer las características de la empresa, el tamaño del capital, el sector económico al que pertenece y el país en el que desempeña sus actividades, entre otros factores.
De acuerdo con las fuentes consultadas por el medio internacional, a pesar del éxito parcial que ha demostrado en varias empresas la semana laboral de 4 días, no se debe dejar de lado que los resultados van a cambiar según las condiciones de la empresa. Además, afirman que la decisión de trabajar menos días a la semana no es aplicable en todos los casos.
Por ejemplo, para Hack a Boss, una empresa de servicios tecnológicos de España, no se trata de un modelo bueno o malo, sino que depende de cómo se aplica y del tipo de empresa: “No es válido para todas las empresas ni para todos los equipos”, aseguró Pilar Varela, responsable de Personas de la empresa.
Además, Varela aseguró para Business Insider que “las empresas tecnológicas lo tenemos un poquito más fácil por el tipo de perfil que somos y por las herramientas y modelos de trabajo. Dependiendo de las empresas y del sector, me imagino que será mucho más complejo organizar todo eso”.
Otra empresa que también participó en los experimentos de reducir la semana de trabajo, la agencia creativa Amplitude, se vio obligada a volver aumentar la duración de la semana laboral. Luego de haber llegado a 32 horas semanales en 4 días, decidió aumentar la semana a 35 horas en 4 o 5 días, de acuerdo con las preferencias de los trabajadores.
La fundadora de Amplitud, Jo Burns-Russell, explicó la situación: “La flexibilidad cambia las reglas del juego. Crear ese entorno de trabajo flexible nos ha hecho mejores como agencia creativa y nos funciona muy bien. Pero somos una organización pequeña. Es posible que nuestro modelo de trabajo no funcione en organizaciones más grandes y que, si crecemos, tengamos que ser más rígidos con las horas de trabajo de la gente”.
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2. No se trata de soplar y hacer botellas: implementar la semana de 4 días aumenta los costos para las empresas
Si bien los estudios han mostrado que los resultados son positivos para los trabajadores y que están relacionados con un cambio cultural al interior de las compañías, algunas empresas empezaron a ver resultados luego de un semestre de aplicación.
Para el CEO, o director de la empresa Hack a Boss, “el trabajo que nos ha supuesto a nosotros es bestial”. Para entender un poco mejor esta afirmación, el director explica: “tenemos una intranet en la que se definen los procesos a todos los niveles. Hay 5.800 páginas definiendo cosas. Es muchísimo trabajo y todo eso no solo es escribir; es depurar, recoger feedback, ver qué funciona, qué no funciona… y al mismo tiempo seguir trabajando”.
Sin embargo, la productividad no siempre, ni en todos los casos, está ligada con una duración menor de la jornada laboral. Por ejemplo, la producción del sector manufacturero colombiano está organizada para desarrollarse en el tiempo actualmente establecido por ley. En caso de que los días de trabajo disminuyeran, el sector tendría complicaciones para adecuar las actividades productivas, nos contó la abogada Paola Suárez.
En relación con otro tipo de trabajos, como los de portería o de ventas, una jornada más corta implicaría cubrir el tiempo faltante con un turno adicional, por lo que los costos laborales aumentarían.
3. Por ahora, la medida no beneficia a toda la población
Sin duda, la semana de 4 días llama la atención del mundo económico. Durante el Foro Económico Mundial de Davos, un grupo de expertos debatió sobre esta propuesta y señaló algunas ventajas y desventajas que tendría para toda la población.
Entre los puntos que más llamaron la atención fue que la medida beneficiaría en principio a la denominada “clase media-alta”, aseguró Karien van Gennip, ministra de Asuntos Sociales y Empleo de los Países Bajos. En lugar de esto, la alta dirigente propuso que la discusión se diera sobre salarios dignos.
Por su parte, Christy Hoffman, secretaria general de UNI Global Union, aseguró que es una medida que perjudicaría a las personas que desempeñan trabajos de servicios generales y a quienes cobran por horas, pues verían reducidos sus ingresos.
En respuesta a esto, la secretaria general aseguró que se debería estar pensando en horarios que les permitan a los trabajadores atender de mejor manera responsabilidades como el cuidado de los niños o las citas médicas.
4. Cambiarían las causas de la salud mental
Los expertos consultados aseguraron que los trabajadores han visto cómo mejoran sus niveles de estrés. Esta apreciación también fue demostrada en un experimento hecho en Reino Unido, el cual puso a prueba a un grupo de empleados en jornada laboral de menos días.
Los trabajadores, que participaron en el experimento, registraron niveles de estrés de 3,07 antes de la prueba. Los resultados posteriores muestran que este grupo presenció una pequeña disminución en su tensión física y emocional y registraron niveles de 2,74.
Además, el 39% de las personas analizadas aseguraron sentir menos estrés. No obstante, encajar las mismas labores en menos tiempo podría elevar la ansiedad, como lo confirmó el 13% de los estudiados.
El director de Hack a Buss, Pablo Rodríguez, explicó esta situación: “Tú no estás acostumbrado a trabajar de esa manera, aunque te hubieras mentalizado. Entonces, de repente, el primer trimestre vimos —y no es broma — gente con problemas de ansiedad” por no terminar las labores a tiempo. Sin embargo, luego de experimentar estos sentimientos desbordados, la situación mejoró, aseguró Rodríguez.
El debate alrededor de la disminución del tiempo empleado en el trabajo está lejos de haber terminado. Aún faltan más estudios, más empresas decididas a experimentar y a adecuar sus labores a una jornada laboral reducida, y más apoyo del Estado para hacer viables medidas como estas.
En todo caso, parece estar claro que mientras a algunos sectores y actores de la sociedad les funciona la decisión, e incluso podría aumentar la productividad de ciertas empresas, para otros se convierte en otra capa de dificultad acompañada de costos por enfrentar.
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