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Sin construir confianza no es posible gestionar cambios procedentes en bien de la atención en salud en Colombia

Fundación Misión Salud, Columnista, Más Colombia

Fundación Misión Salud

César Moreno-Romero: Químico Farmacéutico, Universidad Nacional de Colombia. Máster en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, y Doctorando en Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca.

A propósito de dificultades en abastecimiento farmacéutico, problemas en atención en salud y reforma al sistema de salud, es necesario dirigir la atención a la literatura académica en el campo de la gestión de cambio (2), en la que se han identificado al menos seis factores determinantes en la concreción de ajustes profundos y complejos en organizaciones o sociedades: 1. Generar claros visión y liderazgo del cambio procedente, 2. Propiciar consensos, 3. consolidar las habilidades necesarias, 4. configurar incentivos [legales y legítimos] para promover la participación favorable de las instancias que han de estar relacionadas con el cambio, 5. disponer de los recursos necesarios para materializar el proceso de cambio, y 6. definir un plan que permita concretar el cambio procedente.

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El actual Gobierno Nacional se define a sí mismo como “el gobierno del cambio” y su lema es “Colombia potencia [mundial] de la vida”, que fue, asimismo, el título del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026.

Es claro para la sociedad colombiana que son procedentes genuinos cambios en el ámbito de la salud en bien de vida y bienestar de la población humana en el país, algunos de ellos abordados en el PND. No obstante, si se observa cada uno de los seis factores antes señalados para concretar dichos cambios, pueden identificarse acciones que, si hubieran sido más certeras, y construyeran confianza entre instancias sociales, propiciarían un mejor escenario para concretar cambios procedentes, más allá de procesos en curso en el Congreso.

En esta columna, sin desconocer aciertos, audacias y esfuerzos de Gobierno en tan amplias y complejas acciones relacionadas con atención en salud, dentro de los cuales se podrían destacar recientes acciones de la Administradora de Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud- ADRES relacionadas con el SOAT para proteger recursos del sistema de salud, o la declaratoria del Ministerio de Salud y Protección Social de interés público del Dolutegravir, se presentan algunas de las líneas de acción que podrían reenfocarse para concretar genuinos cambios procedentes en salud circunscritos en cuanto a “Visión y liderazgo”, “Consenso” y “Habilidades”. En una siguiente columna se podría hacer referencia a los otros tres factores de gestión de cambio.

Consenso

Se ha avanzado en el debate nacional sobre la salud en relación con consenso en torno a 1.  dignificación laboral de los profesionales de la salud, 2. ajustar mecanismos de flujo de recursos en el sistema que permita transparencia, sostenibilidad y adecuada atención en salud a toda la población en todo el territorio nacional, y 3. posicionar a la atención primaria en salud (APS) como enfoque de la atención en salud “que incluye a toda la sociedad y que tiene por objeto garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar, y su distribución equitativa, mediante la atención centrada en las necesidades de la gente, tan pronto como sea posible a lo largo del proceso continuo, que va desde la promoción de la salud y la prevención de enfermedades hasta el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos, y tan próximo como sea posible del entorno cotidiano de las personas” (3).

Sin embargo, la dinámica de confrontación que desde el Gobierno Nacional se ha sostenido, en especial por parte de la exministra Carolina Corcho y del ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, no ha propiciado consolidar suma de fuerzas políticas y sociales en torno a estos tres asuntos procedentes de consenso, sino que se ha afectado la confianza de la población respecto a, por ejemplo, seguridad y eficacia de las vacunas, el incremento de Unidades de Cuidados Intensivos ante la pandemia por SARS CoV-2/COVID-19 o indicar equivocadamente que toda la propuesta gubernamental de reforma a la salud radicada a inicios de 2023 en la Cámara de Representantes, había sido consultada y respaldada por toda la sociedad civil.

Si bien es pertinente que con valor civil desde instancias del Estado se denuncien hechos inaceptables y se enuncien hojas de ruta para cambios procedentes; con ligerezas, imprecisiones y generación continua de suspicacias se da lugar a pugnacidad y no se construye confianza ni se logran consensos.

Visión y liderazgo

Luego de año y medio no se ha logrado por parte del Gobierno esclarecer múltiples aspectos del cómo se realizaría la transición del actual modelo de sistema de salud al que se propone mediante la iniciativa que cursa trámite hacia tercer debate (en el Senado). Dicha incertidumbre no propicia el que la sociedad colombiana, unánime, adhiera a la reforma, enrarece el debate y genera confusiones en amplios sectores de la sociedad.

En vez de tender puentes entre sectores y consolidar propósitos nacionales en bien de vida, salud y bienestar en el país, se ha sostenido una actitud desde el Gobierno y desde sectores oficialistas del Congreso, proclive a generar suspicacias y señalamientos a entidades e instancias que no adhieren a todo el contenido de la reforma. Al respecto en noviembre de 2023 el Comité [Nacional] de Veeduría y Cooperación en Salud CVCS (4) hizo un llamado a altas instancias del Estado y a las EPSs de pasar de la confrontación al trabajo conjunto en bien de vida, salud y bienestar de la población.

Luego de 10 años de vigencia del Conpes 155 “Política Farmacéutica Nacional” (PFN), expedido en agosto de 2012, es deber del Gobierno Nacional consolidar una evaluación de esta política y proyectarla al siguiente decenio.

Si bien se contempla una PFN en la propuesta gubernamental de reforma a la salud, ello no obsta para que el Gobierno cumpla su obligación de evaluación y proyección de la PFN a partir de la década de vigencia del Conpes 155, obligación que ya cumple años de retraso (Retraso que involucra también al Gobierno anterior, en especial al Ministerio de Salud y Protección Social. Entretanto, en cumplimiento de la función veedora, Misión Salud observa que el Departamento Nacional de Planeación ya procedió al respecto según su deber y alcance).

Por lo pronto, en el proyecto de reforma se menciona una PFN con un horizonte de cuatro años, tiempo que no se aclara a qué criterio responde, ni se hace mención al ineludible antecedente del Conpes 155.

La interinidad en la dirección del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos-Invima durante 18 meses, que afortunadamente finalizó hace pocos días con el nombramiento del Dr. Francisco Rossi en propiedad, no fortaleció la institución ni propició avances en su necesaria reestructuración como agencia regulatoria nacional, imprescindible para avances nacionales en salud y desarrollo socioeconómico sostenible del país. 

Con un horizonte de más de dos años de gobierno con el liderazgo del presidente Gustavo Petro, bien podrían tanto el Ministro Guillermo Alfonso Jaramillo como el Director de Adres, Félix León Martínez y los recientemente designados en propiedad, Francisco Rossi en Invima y Luis Carlos Leal en la Superintendencia Nacional de Salud, hacer énfasis en la construcción nacional de confianza.

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Habilidades

Los ataques informáticos que ha sufrido el Invima y las fallas frecuentes y de “calidad del dato” en el Sistema Integrado de Información de la Protección Social- Sispro y su sistema conexo Sismed, que tan diligentemente ha documentado Observamed (acción que valerosamente ha socializado a través de la red social X mediante la cuenta @OBSERVAMED) constituyen un grave obstáculo a acciones de buen gobierno en salud, así como a la vigorosa disposición de veeduría en salud desde sociedad civil.

Sin datos consistentes ni sistemas informáticos seguros y confiables no es posible contar con un sistema de salud con información transparente que permita oportuna toma de decisiones y proyecciones respecto a lo previsible en el futuro. Al respecto el CVCS se ha pronunciado de manera urgente y reiterada mediante sendas cartas abiertas tanto al Ministro Jaramillo como a la entonces Ministra Corcho, a la Dirección de Invima y al entonces presidente Iván Duque.

Para mejorar las actuales inaceptables fallas informáticas y de transparencia de la información en salud, y para diseñar y poner en marcha un sistema de información robusto y confiable a costos razonables, no se depende que se aprueben reformas en el Congreso. Sin información consistente y perspectiva de sistema de información, se profundizan incertidumbres.

En Gobierno cuenta con las herramientas para avanzar en mejora de atención en salud y en autonomía sanitaria (5), algunas de ellas contenidas en el PND, en el Conpes 4129 “Política Nacional de Reindustrialización” y en la “Misión Soberanía Sanitaria y Bienestar Social” que permiten movilizar acciones y recursos desde por lo menos los Ministerios de Salud y Protección Social; de Comercio, industria y Turismo; y de Ciencia, Tecnología e Innovación, y sus entidades adscritas. 

Construcción de confianza

El cómo se propicia y se consolida confianza ha sido objeto de estudio de diversas disciplinas, entre ellas, la psicología social. Investigadores científicos de este campo (6) destacan cinco factores a considerar en procesos de construcción de confianza: integridad, consistencia, idoneidad, lealtad y comunicación abierta.

Convendría que las distintas instancias a cargo de la salud en el país, incluidas las del Gobierno Nacional, estuvieran en disposición de construir agendas intersectoriales en pro de propiciar sistemáticamente confianzas considerando estos factores.

Como en anterior columna, lo que aquí se plantea es que en bien de concretar urgentes cambios en el sistema de salud, corresponde tanto construir confianzas como gestionar con lucidez los cambios procedentes que permitan, en clave de autonomía sanitaria (6) y adecuada atención en salud a la población, concretar una estrategia nacional de atención primaria en salud; proteger los recursos de la salud, contando con sistema de información confiable e información transparente y consistente; propiciar que fluyan en bien de la genuina atención de la población en todo el territorio nacional; y que se proteja y dignifique al talento humano en salud con que cuenta el país, y a los estudiantes que han optado por cualificarse para integrarse a dicho talento imprescindible para Colombia; así como proteger y propiciar capacidades farmacéuticas necesarias para la sociedad colombiana.

A propósito de estos temas de la mayor importancia para el país, siguen siendo vigentes nuestros planteamientos sobre confianzas construidas en bien de la salud en Colombia, relacionadas con el proyecto de ley sobre política industrial farmacéutica en pro de autonomía sanitaria del país, el cual está por agendarse para trámite de cuarto debate en plenaria de Cámara de Representantes, proyecto en el cual han confluido esfuerzos del Congreso, del Gobierno, de los cuatro gremios industriales farmacéuticos del país,  y de la Asociación Colombiana de Programas de Farmacia (Ascolprofar) con la coordinación del Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos de Colombia (CNQFC) como institución asesora del Estado en el ámbito farmacéutico por Ley 212 de 1995, y con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá a través de su Clúster Farmacéutico.

Notas

(1) Por precepto de transparencia, el autor informa a los lectores y al equipo editorial de Más Colombia que, como profesional químico farmacéutico, forma parte del Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos de Colombia (CNQFC), que en la actualidad preside la Unidad Regional Bogotá Cundinamarca del CNQFC, y que es co-coordinador de la Sala Nacional Especializada en Política Industrial Farmacéutica pro Autonomía Sanitaria del CNQFC.

(2) Referencia clásica al respecto es: T. Knoster, R. Villa and J. Thousand, «A framework for thinking about systems change» in Restructuring for caring and effective education: Piecing the puzzle together, Baltimore, MD:Paul H. Brookes Publishing Co, pp. 93-128, 2000.

(3) Organización Mundial de la Salud; Unicef (2018). A vision for primary health care in the 21st century. Towards universal health coverage and the Sustainable Development Goals. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/WHO-HIS-SDS-2018.15 

(4) El CVCS está integrado por seis organizaciones de la sociedad civil en el sector salud y una de la Iglesia Católica Colombiana, así: la Conferencia Episcopal de Colombia, el Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia (CIMUN), la Federación Médica Colombiana, la Fundación Ifarma, el Observatorio del Medicamento (Observamed), el Colegio Médico de Cundinamarca y Bogotá, y la Fundación Misión Salud. Este Comité se constituyó en 2012 por iniciativa de Germán Holguín Zamorano (1936-2019), fundador de Misión Salud, como mecanismo interinstitucional nacional en pro de la defensa del derecho fundamental a la salud y al inherente derecho a acceder a medicamentos y tecnologías necesarias para la vida, la salud y el bienestar de la población humana.

(5) Referencia al respecto es: Amariles P, Salamanca C, Moreno C, Gutierrez JC, Machado MA. POLÍTICA INDUSTRIAL FARMACÉUTICA, UN REQUISITO CLAVE PARA LA AUTONOMIA SANITARIA DE COLOMBIA. Salud UIS. 2023; 55: e23022. doi: https://doi.org/10.18273/saluduis.55.e:23022

(6) Referencia clásica al respecto es: Schindler, P.; Thomas, CH. The structure of interpersonal trust in the workplace. Psychological Reports, 1993, 73, 563-573.

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