Urgente | Tarifas de gas podrían dispararse: el futuro energético de Colombia está en la cuerda floja
Crece la incertidumbre por posible aumento en las tarifas de gas en medio de la crítica situación de desabastecimiento de gas que enfrenta el país.
Un posible aumento en las tarifas de gas despierta la preocupación de los colombianos. Este incremento podría estar ligado a la decisión del gobierno de Gustavo Petro de no firmar nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y gas, a pesar de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) ha reportado que el país tiene reservas suficientes para apenas los próximos siete años.
Aunque se ha descartado la opción de importar gas desde Venezuela, las preocupaciones sobre el suministro interno y las posibles alzas en las tarifas de gas persisten. Las advertencias de expertos como Sergio Cabrales y la preocupación expresada por Naturgas resaltan la necesidad de un enfoque equilibrado que considere tanto la sostenibilidad ambiental como la viabilidad económica y la seguridad energética.
El futuro de las tarifas de gas en Colombia dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen en los próximos meses.
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Impacto en las tarifas de gas
El profesor Sergio Cabrales, de la Universidad de los Andes, ha ofrecido un cálculo sobre el posible incremento de las tarifas de gas natural en Bogotá, una ciudad con más de ocho millones de habitantes. Según Cabrales, el aumento podría llegar a casi un 150%, lo que significa que una factura mensual promedio de $50.000 podría subir hasta aproximadamente $123.000.
El experto desglosa el costo del gas natural en tres componentes principales: la molécula de gas (G), el transporte (T) y la distribución (D). En su análisis, cambiar el suministro desde Cusiana, el mayor yacimiento petrolífero de Colombia, hacia gas importado por Cartagena implicaría un incremento del 130% en el costo de la molécula.
Además, el costo del transporte aumentaría en un 300%, al tener que trasladar el gas desde la costa caribeña hasta Bogotá.
El peso relativo de cada componente en la tarifa final sugiere un aumento del 146% en el costo unitario total. Cabrales destaca que la molécula de gas representa el 43% del costo total, mientras que el transporte supone el 30%. Con estos incrementos, la presión sobre las tarifas de gas finales sería inevitable.

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Riesgos de desabastecimiento
La Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) ha expresado su preocupación por un posible desabastecimiento en el mediano y largo plazo. Según el Gestor del Mercado de Gas Natural, la oferta disponible para 2025 se estima en 43,5 giga BTU por día, mientras que la demanda proyectada es de 120 giga BTU por día. Para 2026, la oferta podría aumentar a 160,5 giga BTU, pero la demanda superaría los 350 giga BTU por día, creando un déficit significativo que podría desencadenar una crisis de suministro y un aumento en las tarifas de gas.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, ha subrayado la necesidad urgente de tomar medidas para incrementar la oferta local de gas y asegurar el acceso a fuentes externas de suministro.
Según Murgas, se estima que para 2025 el déficit de gas alcanzará el 12% de la demanda total, cifra que podría ascender hasta un 30% en 2026 si no se implementan medidas correctivas a tiempo. Desde luego, la crisis de abastecimiento tendrá un impacto directo en las tarifas de gas.

Propuestas para mitigar la crisis y evitar incrementos en las tarifas de gas
Ante este panorama, Naturgas ha propuesto varias acciones para mitigar los riesgos de desabastecimiento y el aumento de tarifas de gas. Entre las medidas sugeridas se encuentran la flexibilización de las condiciones de comercialización del gas, lo que incluiría la posibilidad de negociar contratos en cualquier momento del año y la suscripción de contratos de suministro a corto, mediano y largo plazo.
Además, la organización ha solicitado la aprobación de inversiones clave para ampliar la capacidad del gasoducto Barranquilla-Ballena, lo que permitiría transportar gas desde el Caribe hacia el interior del país. Este proyecto, según Murgas, es vital para aumentar la oferta local y reducir la dependencia de las importaciones.
Finalmente, Naturgas ha instado al gobierno a revisar las solicitudes de ajuste en las cargas y la agregación de tramos de transporte, factores que son cruciales para el desarrollo de proyectos que aumentarían la oferta de gas en Colombia.

Tras intenso debate el gobierno descarta importar gas desde Venezuela
Inicialmente, el presidente Petro había mencionado en repetidas ocasiones la posibilidad de comenzar a importar gas desde Venezuela a partir de 2025. Sin embargo, recientemente, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, anunció que el gobierno ha descartado esta idea. Durante el tiempo que se discutió esta opción, surgieron múltiples voces señalando los diversos obstáculos que enfrentarían ambos países para implementar un acuerdo de este tipo.
Uno de los principales desafíos es la capacidad del gasoducto Antonio Ricaurte, que permite exportar hasta 400 millones de pies cúbicos diarios (MPCD). Sin embargo, las restricciones en territorio venezolano sólo permitirían el ingreso de cerca de 50 MPCD a Colombia. Además, según el informe “Hacia la autosuficiencia de gas natural en Colombia: proyectos y medidas necesarias para lograrlo” de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), las instalaciones de tratamiento y el gasoducto en Colombia se encuentran desmantelados. Reactivar el gasoducto binacional de 224 kilómetros, inactivo desde 2015, requeriría más de dos años de trabajos de operativización.
Otra barrera significativa es la viabilidad legal de las transacciones comerciales con PDVSA, la empresa estatal venezolana. Estados Unidos ha establecido sanciones contra empresas venezolanas, lo que incluye a PDVSA, que aún figura en la Lista Clinton. Esta situación reduce considerablemente la posibilidad de importar gas desde Venezuela.
Además, la confiabilidad del suministro desde Venezuela es un factor de preocupación. Una parte significativa de la matriz energética del país vecino depende de generadoras térmicas que requieren gas venezolano para su funcionamiento. Esto significa que, en situaciones de alta demanda interna, es probable que Venezuela priorice su uso interno del gas en lugar de exportarlo a Colombia.
A pesar de la renuncia del gobierno a importar gas venezolano, aun no son claras las nuevas fuentes de abastecimiento que se tendrán, en medio de la política en contra de los hidrocarburos que avanza.