Salida de colombianos del país alcanza cifras alarmantes: más de 5 millones buscan nuevas oportunidades en el exterior
¿Ha considerado la posibilidad de irse del país? ¿Cree que las condiciones de vida en otros lugares son mejores, incluso si eso implica aceptar trabajos en servicios, como limpiar baños, arreglar casas, a pesar de tener una formación profesional?
La salida de colombianos del país pone de manifiesto la incapacidad del Estado colombiano para retener y aprovechar las capacidades y conocimientos de sus ciudadanos. Según una reciente encuesta de CID Gallup, casi el 50% de los colombianos está interesado en emigrar en busca de una mayor estabilidad económica.
Con un PIB per cápita de apenas US$6.850, uno de los más bajos de América Latina, Colombia enfrenta una profunda crisis económica que ha generado una ola migratoria sin precedentes. La escasez de oportunidades laborales y los bajos salarios han impulsado a millones de colombianos a buscar un futuro más prometedor en países como Estados Unidos y España.
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La salida de colombianos del país se acerca a la cantidad de personas que llegaron en la ola migratoria desde Venezuela
Cada día, 1.244 personas abandonan Colombia con la decisión de no regresar, según los datos de la Aeronáutica Civil y Migración Colombia. Esta cifra pone de manifiesto una tendencia preocupante, la creciente brecha entre quienes salen del país y quienes ingresan.
Determinar el rumbo de estas migraciones es complejo, ya que muchos destinos no son siempre finales. La flexibilización de los requisitos de visa en varios países ha facilitado la movilidad, influyendo en las decisiones de los migrantes. De hecho, dos de cada seis colombianos se dirigen a Estados Unidos, mientras que uno de cada seis opta por México.
Durante 2023, Estados Unidos se ha consolidado como el principal destino de los colombianos que emigran, capturando un 30% del total de los viajes al exterior. Le siguen México con un 13%, España con un 12%, Panamá con un 8%, República Dominicana con un 6% y Ecuador con un 5%.
El sueño americano, una promesa incumplida que sigue motivando la salida de colombianos del país
Según las estimaciones más recientes del Migration Policy Institute (MPI), basadas en datos hasta el año fiscal 2023, la diáspora colombiana total en Estados Unidos, incluyendo tanto a indocumentados como a documentados, asciende a 1.641.000 personas.
El MPI calcula que alrededor de 300.000 colombianos residen de manera irregular en Estados Unidos, lo que significa que aproximadamente el 18% de los colombianos residentes en Estados Unidos se encuentran en situación irregular. Esta cifra, que podría ser aún mayor considerando los ingresos registrados durante el año 2024, coloca a los colombianos entre las diez nacionalidades con mayor presencia indocumentada en el país.
Es importante destacar que estas estimaciones son aproximadas y pueden variar debido a la naturaleza irregular de la migración. Sin embargo, ofrecen una visión general de la magnitud del fenómeno.
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Fuga de cerebros con la salida de colombianos del país
La migración de profesionales colombianos, especialmente en sectores críticos como la salud y la investigación, plantea desafíos significativos para el país y ofrece oportunidades de desarrollo. Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 5.000 médicos colombianos trabajan en el extranjero, predominantemente en Estados Unidos y Europa, lo que ha resultado en una grave escasez de especialistas en áreas vitales como cirugía, oncología y neurología en Colombia.
Además, informes recientes indican que cerca del 9% de los investigadores colombianos registrados en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación residen en el extranjero, particularmente en países con mayores recursos para la investigación, como Estados Unidos y Alemania.
Las perspectivas para el próximo año tampoco son alentadoras. Una vez más, la ciencia colombiana se ve afectada por recortes presupuestales. A pesar de las promesas de fortalecer la investigación, el Gobierno ha decidido reducir en un 24.6% el presupuesto del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el próximo año, siguiendo un patrón de disminución de los recursos destinados a este sector.
La salida de colombianos del país al exterior refleja una profunda crisis económica que ha llevado a un éxodo masivo de talento. La falta de oportunidades laborales, la desigualdad económica y la inseguridad han impulsado a cientos de miles de colombianos a buscar un futuro mejor en otros países.
Este fenómeno no solo debilita la capacidad de innovación y crecimiento del país, sino que también perpetúa una dependencia económica de las remesas que no abordan las causas estructurales del problema. La emigración de profesionales jóvenes y altamente calificados agrava la situación, privando al país de la mano de obra necesaria para impulsar su desarrollo.
Para revertir esta tendencia, es urgente implementar políticas públicas que fomenten la generación de empleos de calidad, inviertan en educación y capacitación, y creen un entorno empresarial que favorezca la inversión y la sostenibilidad.
Remesas, un soporte vital para las familias colombianas
Los envíos de dinero desde Estados Unidos hacia Colombia han alcanzado niveles históricos, constituyendo la principal fuente de divisas para el país. Desde 2020, las remesas superaron por primera vez el 50% del total de divisas recibidas en giros, y en 2023 este porcentaje se elevó a casi el 54%. Este flujo de recursos representa un salvavidas económico para miles de hogares colombianos, convirtiéndose en una parte fundamental de sus ingresos.
Según la plataforma Global66, las remesas enviadas a Colombia tienen un impacto significativo en la economía familiar. El 35% de estos fondos se destina a cubrir gastos básicos como alimentación y vivienda, mientras que el 15% se destina al ahorro. Además, algo más del 3% se invierte en educación.
El aumento de las remesas en Colombia —estas pasaron del 1,4% del PIB en 2010 al 2,7% en 2023, de acuerdo con el Banco de la República— revela la debilidad del aparato productivo nacional.
Si bien se trata de recursos que aportan al desarrollo, este crecimiento es producto de una «fuga de talento» que afecta a sectores claves, así como de debilidades estructurales en la economía colombiana, que no está pudiendo desarrollar un aparato productivo robusto y diversificado para absorber la mano de obra disponible, tanto calificada como no calificada.