Crecen las importaciones de acero y siderúrgicas locales piden medidas de protección
Siderúrgicas del país encienden las alarmas por importaciones de acero. Las productoras nacionales han pedido que el gobierno adopte medidas que las protejan de las importaciones provenientes de varios países como Rusia, China y Perú.
El gobierno ha dilatado una decisión sobre las importaciones de acero y el despido de trabajadores de la empresa Paz del Río puede ser una primera consecuencia de la problemática que ha afectado a las siderúrgicas nacionales en los últimos años. Le contamos qué está pasando con los productores nacionales de acero.
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El bajo precio de las importaciones de acero afecta la producción nacional
Las importaciones de acero representan competencia desleal para los productores nacionales. Los bajos precios se constituyen en un peligro para los empleos de más de 50.000 familias que dependen de esta actividad.
Pese a la reciente alerta de las siderúrgicas nacionales, esta no es una situación novedosa. En 2013, Acerías Paz del Río, junto a otros fabricantes nacionales pidieron salvaguardias para el alambrón, el rollo o barra, perfiles y ángulos y esto llevó a contradicciones con los importadores.
En ese momento, las siderúrgicas nacionales estaban operando al 60% de su capacidad dada la gran competencia externa. Para defender sus intereses y hacerle frente a la avalancha de importaciones de acero, las cinco compañías crearon el Comité Colombiano de Productores del Acero, al interior de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi).
Más de una década después, la situación de los productores nacionales continúa siendo crítica, y aun no hay respuestas claras para las siderúrgicas nacionales.
Qué dice el gobierno
A la reiterada petición de las siderúrgicas el gobierno ha dado una respuesta ambigua pues ha juntado las solicitudes de las empresas con la idea gubernamental de crear una nueva siderúrgica que produzca aceros planos, los cuales, en lo fundamental, son importados.
Según Álvaro Pardo, presidente de la Agencia Nacional de Minería (ANM), se está trabajando en un proyecto para crear una nueva siderúrgica en Colombia que ayudará a sustituir las importaciones de acero. En reuniones entre las siderúrgicas y el gobierno nacional, estas se comprometieron a realizar un estudio de factibilidad para la creación de esta siderúrgica en 12 meses. En una reunión posterior, sin embargo, el gobierno planteó que dicho estudio debería culminar en la mitad del tiempo, es decir, 6 meses.
Las empresas aceptaron y quedó sobre el tapete la idea de que las medidas de protección se aprobarían en forma paralela a la realización de dicho estudio, pero hasta el momento el gobierno no ha adoptado ninguna resolución a las exigencias empresariales.
Recientemente, la empresa Paz del Río despidió 40 trabajadores, lo cual suscitó una airada protesta de los sindicatos que hasta ese momento han venido acompañando a los empresarios en la lucha contra las importaciones de acero y la defensa del acero nacional. Estos despidos agravaron la crisis del sector que ha empezado a mostrar claras señales de debilitamiento por cuenta del aumento en las importaciones de acero.
En septiembre 4 el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo respondió a los empresarios que se “encuentra en disposición de apoyar el desarrollo y la competitividad de esta importante cadena productiva. En materia de defensa comercial este Ministerio administra los mecanismos para corregir las distorsiones o prácticas desleales que causen un perjuicio o daño importante a la rama de producción nacional y le impida competir en condiciones de igualdad”.
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Contradicción entre productores e importadores de acero
Simultáneamente a este proceso se conoció un pronunciamiento de la Cámara Colombiana del Acero, que según su portal agrupa empresas que representan la tercera parte de la comercialización del acero en Colombia y emplean a alrededor de 18.000 personas. Principalmente representa a los importadores y agrupa 169 empresas dedicadas a diversas etapas de la comercialización.
En el pronunciamiento de Camacero se califica a Paz del Río como una empresa obsoleta y con gran pasivo pensional y afirma que Colombia no dispone de recursos financieros ni minerales para una inversión de más de 2.000 millones de dólares y se opone radicalmente a la solicitud de las siderúrgica la cual según la Camacero encarecería la construcción de vivienda de interés social.
Al parecer el gobierno se encuentra ante la disyuntiva de apoyar a los productores o a los importadores y la exigencia de realizar estudios preliminares para una eventual fábrica de aceros planos, que bajo ninguna circunstancia podría concretarse en el corto plazo, puede ser una dilación a la exigencia de las siderúrgicas que se encuentran en una situación crítica, especialmente Paz del Río.