Durante las últimas semanas, he dedicado una parte de mi tiempo a escribir un libro para
mi hija de 4 años. En él, deseo contarle los diferentes emprendimientos y empresas que he construido a lo largo de mi vida, los resultados obtenidos, los aprendizajes alcanzados y las conclusiones extraídas de cada aventura empresarial. Al final del libro, incluí un consejo práctico que la ayude a afrontar los desafíos que pueda encontrar en sus propios emprendimientos y trabajos futuros.

En total, he documentado 23 emprendimientos y trabajos que han marcado mi manera de ver los negocios. Aunque completar esta meta ha sido todo un reto, he tenido la fortuna de utilizar herramientas de inteligencia artificial para convertir mi voz en texto, corregir mis errores gramaticales y añadir dibujos personalizados a mis historias, lo cual ha disminuido considerablemente el esfuerzo y trabajo invertidos en este proyecto.

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Desde mi experiencia como empresario y como papá, creo firmemente que educar, entrenar y capacitar a los hijos y a los colaboradores de una empresa es el valor social más sostenible que se debe entregar.

Contar mi experiencia me ha dotado de herramientas para transmitirles a mis colaboradores mensajes que considero importantes. Lo que empecé como un ejercicio personal, se ha convertido en una herramienta corporativa valiosa en mis negocios y deseo que le sirva a mi hija en su futuro.

Cada persona tiene una experiencia única con el emprendimiento. Mi socio ha tenido más de 40 emprendimientos, y mi padre contabilizó 43 en una cena familiar. Sin embargo, mi experiencia y la de cualquier emprendedor o empresario consagrado es diferente e invaluable. Por eso, cada vez que compartimos nuestras vivencias, mostrando nuestras fallas y aprendizajes, adquirimos una dimensión humana y espiritual más fuerte. Además, fortalecemos nuestras habilidades técnicas y blandas y tenemos una nueva oportunidad para reforzar nuestro mensaje.

Para mí, el camino de compartir mi experiencia empresarial no ha terminado. Por el contrario, hasta ahora está empezando. Vencer el miedo a ser leído y criticado ha sido un obstáculo difícil de superar, así como la edición y publicación del libro, pero sé que vencer estas dificultades me harán crecer como persona, empresario y papá.

Por todo lo anterior, invito a otros empresarios a dejarles un legado a sus hijos, colaboradores y futuros empresarios. Los invito a escribir sus memorias y compartirlas, así como a documentar los valores, misión y visión de la empresa y los procesos internos. Las personas podrán entender mejor su trabajo cuando conozcan nuestra parte humana dentro del mundo del emprendimiento.