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jueves, 3 de octubre de 2024
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La informalidad en Colombia es uno de los principales retos para la política laboral, señala experto

Hablamos con el profesor de Economía Mauricio Salazar sobre el contexto actual del mercado laboral y la informalidad en Colombia, donde más del 50% de los trabajadores son informales, el 80% de estos está en la ruralidad y la mayor fuerza empleadora son las pequeñas empresas.

El gobierno de Colombia ha venido presentando una serie de reformas al Congreso de la República que pretenden cambiar la legislación y las normas en torno al sistema laboral, de salud y pensional en las cuales la informalidad en Colombia representa uno de los mayores desafíos. 

A propósito de los cambios propuestos por el gobierno en temas laborales, hablamos con Mauricio Salazar Sáenz, coautor de una propuesta diferente a la presentada por el Ministerio del Trabajo titulada Reforma laboral: una aproximación desde la Academia elaborada por el Observatorio Laboral y el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.


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Mauricio es doctor en Economía, trabaja como investigador del Observatorio Fiscal y profesor de la Universidad Javeriana. Además de explicarnos algunos detalles de la propuesta, Salazar Sáenz profundizó en un análisis del contexto del mercado laboral actual en donde más del 50% está ocupado por trabajadores informales.

Presentamos la transcripción de algunos apartados de la entrevista que también se puede ver completa en el video ubicado en la parte superior de la noticia.

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Mauricio Salazar, profesor de Economía e investigador de la Universidad Javeriana.

La propuesta presentada por ambos observatorios de la Universidad Javeriana tiene cuatro enfoques: informalidad en Colombia, inclusión laboral, actualización de las normas que requiere el sistema laboral colombiano y la situación de los empleadores.

¿En qué punto dialoga esta propuesta con la propuesta del gobierno? y ¿cuáles son los aspectos que no comparten?

Si nosotros miramos los datos, típicamente todo lo que llamamos precarización laboral y/o informalidad se encuentra con mayor presencia en algunas poblaciones vulnerables, ahí vamos a encontrar más población informal.

La informalidad como tal tiene muchas definiciones, la que estamos usando nosotros es la de aquellos que no cotizan en pensión para también tener la discusión con la reforma pensional. Entonces, de alguna forma cotizar pensión muchas veces va atado con cotizar en salud, con tener protección a riesgos laborales y con otros rubros que son justamente cotizar a cajas de compensación, a cesantías y ayudar a financiar el SENA. 


Entonces, la mayor formalidad es estrictamente aquel trabajo que cumple con todas estas condiciones. Para la propuesta principal únicamente utilizamos el tema pensional. 

Dado esto, que hoy en día la estructura como está, al trabajo formal se le ponen unos recargos que algunos son beneficiosos directos al trabajador y otros indirectos. 

Por ejemplo, la pensión puede ser un beneficio directo o indirecto depende de uno como uno como se pare frente a ese tema. A los trabajadores formales les quitan 16% de su salario que se lo van a devolver en algún futuro, pero ese monto se devuelve en forma de pensión si cumplen las semanas cotizadas.

Entonces, depende de cómo se perciba esta retención habrá quienes lo entiendan como un costo o como un beneficio, asimismo hay quienes pueden ver como costo o beneficio cotizar a caja de compensación.

Dados todos estos, digamos, sobrecostos que hay sobre la formalidad, la sociedad colombiana ha generado la informalidad como una forma, entre empleados y empleadores, de decir “yo no pago las prestaciones, venga yo le pago un poco más de lo que usted recibiría en la formalidad” y con esto el empleador paga menos al sistema, dado todo lo que me toca cumplir.

Dado este contexto, el gobierno ya venía diciendo “oiga, reconozcamos que la ruralidad tiene unas dimensiones completamente diferentes”. 

En la ruralidad, hoy en día el trabajo informal es aproximadamente el 80% del trabajo que se encuentra allí. Debido a esto, el Gobierno ya había reconocido que se debería hacer una reforma con un enfoque diferencial en la ruralidad.


Por otro lado, el gobierno también nos está invitando a hacer un esfuerzo adicional para reconocer el trabajo doméstico. Nosotros, ambos observatorios, estamos ampliando un poco esa visión para contemplar qué es lo que le pasa a los vendedores ambulantes, a los comerciantes de calle, trabajadoras sexuales, coteros, braceros y trabajo digital en todas sus en todas sus expresiones.

Básicamente el gobierno abrió una puerta y estamos queriendo incluir otras formas de trabajo dentro de la reforma para reconocer las otras formas de empleo. El Código Sustantivo del Trabajo hace mucho que no se actualiza y hoy en día tenemos diversas modalidades de trabajo que no existían hace mucho tiempo.

Al tener un articulado que permita una cotización mucho más flexible, que es básicamente un aspecto absolutamente nuevo de la reforma que hemos presentado entre los observatorios, la idea es ampliar esa proporción de trabajadores que cotizan de alguna forma.

La visión que tenemos es principalmente a pensión y riesgos laborales. Con esto, básicamente se garantizarían algunos derechos.

En lo que tiene que ver con la inclusión laboral, la podemos entender quizás como cuántas personas logran entrar en los contratos laborales o cuánta gente eventualmente decide buscar en el mercado laboral. 

Una de las estrategias que hemos identificado es que el tamaño de empresa importa un montón para la calidad del empleo y los salarios en Colombia. Algo que queremos poner sobre la mesa y discutir, porque todavía no nos casamos con cuál va a ser el nivel de negociación colectiva y de fijación de salarios mínimos, pero tenemos una gran heterogeneidad en conocer qué garantías pueden dar las tiendas de barrio versus multinacionales. 

Lo que queremos hacer, en términos de inclusión laboral, es que en la negociación colectiva se dé en diferentes etapas entre ellos, en relación con el tamaño el tamaño de las empresas.


En términos de actualización, como bien mencionaba, la idea es actualizar y dar unas definiciones mucho más amplias de las cuales hay hoy en día el Código Sustantivo del Trabajo.

El documento trabajado por el Observatorio Fiscal y el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana señala que los trabajadores informales son la mayor parte de la fuerza laboral del país. ¿Qué impacto tendría la propuesta del gobierno y la de los observatorios en la informalidad?

Actualmente, aproximadamente 55% de los empleados del país son informales y, como bien mencionaba, si uno se va a la ruralidad esta proporción es mayor. De hecho, en la propuesta presentamos estadísticas por grados de urbanismo, señalando las cinco ciudades más grandes, 14 medianas, todas las demás urbanas y todas las regiones rurales. La informalidad va creciendo a medida que nos movemos hacia los territorios más rurales.

En estos términos, la propuesta que nosotros hemos presentado básicamente muestra que ingresar a la formalidad –entendida como acceder a pensión, a salud y a riesgos laborales– sea mucho más fácil, sea mucho más flexible.

Sabemos que en la ruralidad las personas trabajan por días, por ejemplo, los piscineros en un condominio o fincas pueden trabajar en varios lugares al mismo tiempo. La idea es flexibilizar y hacer más fácil la cotización en todas estas dimensiones, de forma tal que la formalidad no sea tan grande y tan compleja como es hoy en día.

Por ejemplo, para quienes trabajan en tiendas de barrio cotizar todo lo que pide el PILA (Planilla Integrada de Liquidación de Aportes) mensualmente se convierte en un costo administrativo bastante alto. 

Además, y según en dónde se encuentren este tipo de tiendas: si está en Pitalito, en Bogotá, Ocaña, en Cúcuta en frontera, tener a un contador encargado de la liquidación de aportes mes a mes representa unos costos administrativos que pueden suponer que la informalidad sea la manera más fácil de trabajo.

Entonces, un poco lo que queremos es reconocer que hay muchos tipos de trabajos y que la formalidad, entendida como dar las vías para que el trabajador esté protegido, sea mucho más asequible. 


Algo que hemos discutido es lo que pasa con las cesantías que se consignan una vez al año, en la formalidad en enero se pagan los intereses por cesantías porque se entiende que la empresa retuvo esas cesantías todo el año y tiene que pagar por intereses. Eso, de facto, supone un choque en el flujo de caja de las empresas que tienen que tener prohibiciones para pagar en enero cesantías. 

Parte de lo que tiene la propuesta es ofrecer salarios integrales que ya contengan todas las cesantías y que se puedan negociar que la empresa consigne mes a mes las cesantías a los trabajadores. 

Todo esto pensando en que los costos administrativos sean reducidos y eventualmente tener un ecosistema empresarial, en el cual, de entrada, las empresas pequeñas no sean restringidas a no ser formales

Eventualmente, uno quiere un nicho en el cual las empresas suban y quizás crezcan hasta tamaños de empresas grandes. Como la mayoría de empresas son informales, tener esta barrera hace que sea muy difícil que estas empresas evolucionen para dar mejores condiciones de empleabilidad a la mayoría de colombianos.

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¿Cuáles son los impactos que se esperan genere la propuesta sobre el desempleo en el país?

Lo primero que hay que entender es ¿qué es el desempleo?. Inicialmente a lo que le apunta una sociedad es que los jóvenes formen las habilidades que les van a servir luego a lo largo del mercado laboral. Evidentemente y eventualmente hay habilidades que hay que actualizar, hay que hacer cursos para una determinada industria. Digamos que esto hace parte de lo que esperaría una sociedad.

Posteriormente –y al conocer una serie de diferencias dada la geografía, la ruralidad y todas las demás heterogeneidades que podemos tener en Colombia–, cuando las personas culminan su proceso de formación educativa, estas se ven enfrentadas a la decisión de buscar trabajo o no.


El no buscar trabajo es no participar del mercado laboral, como lo tenemos hoy en día reglamentado o entendido. Así, el desempleado va a ser quien entre a buscar empleo. 

Cuando alguien es desempleado, por definición, va a recibir ofertas laborales y esas ofertas laborales, tal cual las tenemos en Colombia, van a estar en la formalidad o en la informalidad. 

Entonces, en el punto máximo de la vida laboral estaríamos decidiendo entre: no participación, desempleo, informalidad y formalidad.

Si estamos pensando que alguien no tiene empleo, su decisión de querer buscar va a tener que ver con qué tipo de condiciones le ofrece el mercado laboral. 

Todos sabemos que buscar empleo no es fácil, hay que mandar hojas de vida a diferentes lugares, hay que tener entrevistas en diferentes lugares. La búsqueda laboral no es fácil. 

Entonces, el desempleo puede ser entendido como una apuesta en la cual yo voy a conseguir un empleo de acuerdo a las condiciones dadas y esto influirá en la decisión de ser desempleado o no participante.

Básicamente toda esta respuesta larga es para decir, si eventualmente el mercado laboral mejora, el desempleo se puede reducir o puede aumentar. Por ejemplo, en el corto plazo pueda que el desempleo aumente porque las condiciones mejoran y quienes antes no participaban en el mercado laboral decidan entrar, pero a largo plazo lo que esperamos es que el mercado laboral sea mucho más líquido. 


¿Qué quiere decir esto? que eventualmente las personas puedan transitar más fácilmente entre empleos. Y si alguien queda desempleado pueda conseguir empleo más fácil.

Dada la informalidad que tenemos y la no participación –por ejemplo, la no participación es mucho más alta en mujeres, es mucho más alta en la ruralidad y por consecuencia es mucho más alta en mujeres rurales–, de implementarse esta reforma es posible que el desempleo aumente en el corto plazo porque lo que esperamos es que las condiciones de empleabilidad de los colombianos mejoren.

Y quiero agregar lo siguiente, relacionado con la curva de vida y de cómo nos movemos en ella: a lo mejor, durante la primera etapa estudiamos, después de esto nos incorporamos al mercado laboral y, en el mejor de los casos, alcanzaremos a tener una pensión.

Algo que nos muestran los datos, es que la promesa de un empleo que dé mayores salarios a medida que aumenta la edad solo puede ser cumplida en la formalidad. Eso es un dato importante porque en últimas nos está diciendo: “Oiga, en la formalidad hay unas reglas de juego mucho más claras”.

Otro aspecto que es importante mencionar es que los salarios de la informalidad casi siempre son la mitad de los salarios de la formalidad.

Entonces, la formalidad nos genera, tal cual están los datos hoy en día, una promesa de tener pensión, de ganar más salarios con la edad, que en promedio terminan dando el doble que la informalidad.

Básicamente, con esta propuesta queremos impulsar a la sociedad a que sea más formal, pero que sea más formal es que la formalidad sea mucho más fácil de obtener. Se trata de que toda esta promesa de aumento de salarios con la edad sea satisfecha.


En últimas, lo que queremos es una propuesta que mejore las condiciones de empleabilidad, que en el mediano o largo plazo el desempleo sea mucho menor de lo que es en la actualidad, con una reducción de la tasa de no participación.

En la propuesta, ustedes señalan que la mayor fuerza empleadora en Colombia son las micro, pequeñas y medianas empresas. De hecho, estas representan cerca del 96% del total de las empresas, según datos de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi).

¿Qué impacto estiman ustedes que tendría la reforma laboral presentada por el gobierno en estas empresas? ¿Cómo podría mejorar ese impacto con la propuesta que ustedes presentaron?

Si bien es cierto que la propuesta del gobierno considera las heterogeneidades del mercado laboral en términos de género y ruralidad, el tratamiento de las empresas pequeñas justamente no fue uno de los focos de la propuesta del gobierno.

Dado esto, quisimos entrar en la discusión y decir que las empresas pequeñas son el mayor empleador. Ojalá las empresas pequeñas crezcan y ojalá las empresas pequeñas puedan dar condiciones dignas de empleo.

Los salarios de la informalidad, en el mejor de los casos, son la mitad de los de la formalidad. Y si uno mira los salarios promedio de empresas pequeñas con grandes también el cambio es bastante grande.

Al reconocer todas esas heterogeneidades, nuestra propuesta busca que la formalidad sea más flexible, que el flujo de caja con las cesantías les mejore a las empresas pequeñas. Básicamente lo que esperamos, es que no haya una afectación negativa para las empresas pequeñas con la propuesta que estamos haciendo desde los observatorios.

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