Hace sesenta y cinco, Lena Estrada hizo historia al convertirse en la primera mujer indígena, en asumir como Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia. Su llegada generó esperanza entre comunidades tradicionales y defensores de la naturaleza, aunque no es menos cierto que enfrenta desafíos monumentales, como lo son la deforestación, la contaminación de fuentes hídricas y muy especialmente las presiones de poderes extranjeros que camuflan su intención de entrometerse en nuestros asuntos internos en supuestos propósitos de defensa de la naturaleza.

Es buen momento entonces para reflexionar sobre los retos que ya se vislumbran y la dirección que tomará su gestión. ¿Honrará su compromiso con la protección del patrimonio natural y los derechos de las comunidades?

Deforestación, tráfico de fauna y contaminación

Según datos oficiales, entre 2023 y 2024 la deforestación aumentó un 35%, con la Amazonía como la región más afectada. A esto se suma la contaminación de ríos y ecosistemas estratégicos, donde el 70% de las aguas presentan algún grado de contaminación, según el IDEAM. Pero hay otro crimen ecológico en ascenso: el tráfico de fauna silvestre.

Una investigación de TRAFFIC Latinoamérica, indica que en 2021 se incautaron 2.350 tortugas matamata en el Aeropuerto El Dorado, destinadas a Estados Unidos y Japón. Estas cifras exponen una red criminal que explota todo tipo de animales silvestres, como felinos, primates, entre otros, alimentando un mercado global.

Estrada debe fortalecer la gobernanza ambiental y la veeduría ciudadana, promover alternativas económicas sostenibles para las comunidades y, sobre todo, hacer cumplir la ley. Sin acciones contundentes, la biodiversidad colombiana seguirá en riesgo.

Le puede interesar: Atención, este es el aumento salarial para empleados públicos 2025: es más que el de 2024

Desafíos ante intereses externos

Uno de los primeros frentes que debe atender es la situación en el Parque Nacional Natural Isla Gorgona. Las comunidades locales, científicos y ambientalistas se oponen a un proyecto financiado por la Embajada de Estados Unidos, presentado como «científico», pero con claros componentes navales y militares. Hay denuncias con evidencias, de que el proyecto afectará la biodiversidad marina de nuestro tesoro natural, conocido como “isla ciencia”.

¿Avalará Estrada una militarización encubierta en un área protegida? Si se permite este precedente, cualquier reserva natural podría ser intervenida bajo el pretexto de «conservación», vulnerando la soberanía nacional.

Este no es un caso aislado. El gobierno Petro promueve una «OTAN Amazónica» y avanza un Centro Policial Transnacional en Leticia de casi 9 hectáreas, que, siendo financiado por Estados Unidos, también lo controlará. Estando muy cerca de resguardos indígenas, hasta ahora, no se ha garantizado la consulta previa.

Canje de deuda por clima: ¿solución o nueva forma de dominio?

El canje de deuda por clima es otro tema crucial en la agenda del Gobierno Nacional. Aunque podría liberar recursos para la Amazonía, el riesgo es alto. En las Islas Galápagos, este mecanismo ha llevado a que territorios ricos en naturaleza y biodiversidad, pasen a fideicomisos internacionales, erosionando en materia grave la soberanía al entregar grandes porciones de territorio al capital financiero.

Desde su posesión, Estrada ha estado dialogando con distintos sectores en la búsqueda de recursos para la conservación. La cooperación internacional no es mala, siempre y cuando se concerte de manera integral con las comunidades locales para destinar recursos a la protección ambiental y proyectos sociales. Sin embargo, este tema se debe abordar con extrema cautela. No podemos olvidar que la deuda externa y la cooperación internacional han sido históricamente un instrumento de control de las naciones atrasadas y dependientes por parte de las potencias. En lugar de canjes leoninos, debería exigirse la renegociación de la deuda, pues gran parte fue contraída bajo condiciones de sometimiento y a tasas de interés confiscatorias.

No podemos perder de vista las pretensiones manifiestas de Donald Trump de comprar Groenlandia, anexar a Canadá y tomar el control del Canal de Panamá. El interés por territorios ricos en recursos naturales no es nuevo para Estados Unidos. ¿Permitirá el gobierno colombiano que su naturaleza caiga en manos de intereses foráneos?

Un futuro con retos y disputas

Lena Estrada tiene una oportunidad histórica. Su origen indígena le da una perspectiva única para entender la relación entre pueblos y naturaleza. Pero el camino no será fácil, pues deberá enfrentar presiones extranjeras, intereses económicos y muy especialmente, las contradicciones e inconsecuencias del propio gobierno Petro.

El legado de la primera Ministra indígena, que además es procedente del departamento de Amazonas, depende de la valentía y la visión que demuestre en los meses venideros. La evidencia científica junto a los conocimientos ancestrales, y los derechos de los pueblos deben primar en la toma de decisiones. Leticia, en el corazón de la Amazonía, observa atenta, esperando que el rumbo ministerial se corresponda con su origen.

Para comentarios al columnista kevin.murillo.hdz@gmail.com

La cultura del selfie y las redes sociales afectan a la fauna silvestre en el Amazonas