Ante el crecimiento negativo del PIB, Acopi Nacional hace urgente llamado al Gobierno Nacional
Crece la preocupación por el crecimiento negativo del PIB, la presidente de Acopi hizo un llamado al Gobierno Nacional y expertos no descartan recesión en la economía de Colombia.

Luego de que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló el crecimiento negativo en el tercer trimestre de 2023 del Producto Interno Bruto (PIB), en comparación con el mismo periodo de 2022, la presidente de Acopi Nacional (Asociación Colombiana de las Mipymes Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), Rosmery Quintero mostró su preocupación ante los resultados de la economía de Colombia y resaltó el significativo papel que desempeña la industria manufacturera en la economía, la cual representa más del 10% del tejido empresarial formal.
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La propuesta de Acopi frente los resultados negativos del crecimiento de la economía de Colombia
Ante los preocupantes resultados de la economía de Colombia, la presidente de Acopi hizo una propuesta al Gobierno Nacional de cuatro puntos.
El primero está relacionado con las altas tasas de interés que ha mantenido el Banco de la República como una de sus principales políticas para controlar la inflación. Según Quintero, los efectos esperados de esta política no han sido logrados y, al contrario, sí han tenido un impacto en el sector productivo colombiano.
Frente a esta situación, Rosmery Quintero enfatizó en la importancia de que el “Banco de la República revise las tasas de interés, para que el sector empresarial pueda acceder en mejores condiciones a las inversiones necesarias”.
En un segundo punto, Quintero llamó al Gobierno Nacional a “respetar la regla fiscal” al considerar que este aspecto es fundamental para “generar la confianza que necesitamos de los mercados internacionales”.
Como tercer punto descató que “es estratégico acelerar las inversiones que necesita el país, las inversiones normales que están en manos de los diferentes ministerios y la dirección de Planeación Nacional”.
Finalmente, hizo un llamado al Gobierno Nacional a “sumar ese rubro tan importante que hoy existe dentro del Presupuesto General de la Nación para todas las transformaciones que se necesitan en los territorios de alta conflictividad”.
Una posible recesión debido a la caída de PIB
La preocupación sobre una posible recesión se ha intensificado. Según el profesor de Economía de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana, Daniel Gómez, si bien había señales de desaceleración de la economía del país, no deja de sorprender la contracción del PIB durante el tercer trimestre del país.
El comportamiento negativo de los sectores industriales y comerciales, junto con la incertidumbre generada por las reformas del Gobierno Nacional, podría llevarnos a una recesión”, manifestó el académico.
La opinión de Gómez concuerda con las declaraciones de varios expertos en economía, como el profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, Hernando Zuleta, quien ya había advertido sobre el riesgo de entrar en una recesión, según lo documentó en el medio de comunicación Infobae..
Según el profesor Zuleta, en el 2023 la economía de Colombia mostraba niveles del PIB que no se veían desde la pandemia en 2020.
Por su parte, el profesor Gómez dijo que “es necesario que el gobierno coordine con el sector privado medidas de reactivación económica antes que entrar a modificar la regla fiscal. Su modificación es un incumplimiento de las reglas establecidas y la generación de una mayor incertidumbre y menor confianza en nuestra economía”.
El crecimiento del PIB fue mucho más bajo que las proyecciones
Luego del efecto rebote del PIB después de la pandemia, en 2023 el crecimiento del PIB se ha venido ralentizando hasta reportar datos negativos entre julio y septiembre de 2023: -0,3% en comparación con el mismo trimestre de 2022.
La contracción trimestral del (PIB) confirma los vaticinios previos de analistas y expertos que ya venían señalando la desaceleración de la economía, una tendencia que podría prolongarse hasta el 2024, según la Comisión Económica de América Latina y el Caribe.
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Y es que los últimos datos presentados por el DANE mostraron una cifra inferior a las proyecciones de agentes nacionales.
De acuerdo con el subdirector del DANE, Leonardo Trujillo Oyola, el BBVA Research proyectó una variación anual de 0,1%, Corficolombiana de 0,3%, el Banco de la República y Bancolombia de 0,4%, y Banco de Bogotá de 0,7%.
El impacto de esta caída se refleja en múltiples sectores, principalmente en las industrias manufactureras que presentó una caída trimestral de 6,2%, en comparación con el mismo periodo de 2022.
Además de las industrias manufactureras, en el tercer trimestre del 2023, cuatro sectores clave para la economía también registraron descensos notables.
Los sectores más afectados en la caída del PIB
La construcción lideró este declive con un retroceso del 8%, especialmente en carreteras e ingeniería civil (-15%) y construcción de edificaciones (-5%).
Las industrias manufactureras cayeron un 6,2%, destacándose la fabricación de textiles y cueros con una disminución del 18,8%.
El comercio también se vio afectado, con una reducción del 3,5%. Este descenso se evidenció en el comercio al por mayor y al por menor, el transporte y almacenamiento, así como en el rubro de alojamiento y servicios de comida.
A su vez, sectores como la información y comunicaciones, junto con actividades profesionales, también reportaron caídas del 1,3% y 0,8% respectivamente.
A pesar de este panorama desalentador, algunos sectores mostraron un crecimiento modesto.
Las actividades artísticas, el suministro de electricidad, gas y agua, y las actividades financieras y de seguros presentaron incrementos del 4,9%, 2,5%, y 1,6% respectivamente.
Además, la rama de administración pública y defensa, educación y salud experimentó un aumento del 5,3%.
Estos datos negativos se reflejaron también en el gasto, donde la formación bruta de capital se desplomó un 33,5%, y el consumo de los hogares aumentó apenas un 0,4%.
Los bienes durables y semidurables sufrieron caídas significativas del 12,8% y 7,2% respectivamente.