En su columna, Sara Abril explica lo que dice la ciencia sobre la importancia de mantenernos distantes de los animales silvestres. Con este acto evitamos ponernos en peligro mientras protegemos la vida y supervivencia de las especies silvestres.

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Hoy es Lunes de Ciencia, para hablar de lo inconveniente que es alimentar y/o domesticar fauna silvestre.

La ciencia nos muestra que muchas cosas son contraintuitivas. En particular, cuando vemos un animal silvestre como un ave o un mamífero que nos pide comida, hacerlo lo vemos como un acto de bondad, pero en realidad lo estamos poniendo en peligro y también poniéndonos en peligro a nosotros mismos.

La evolución ha llevado a que todas las formas de vida busquen lo que implique menor costo energético o menor esfuerzo. Por eso los animales prefieren la comida que le brinda uno en lugar de cazarla o buscarla en la copa de un árbol, pero esa es una intervención atípica que afecta sus habilidades de búsqueda de comida, nos expone a ataques y a  infecciones, puede enfermar al animal y reduce el miedo del animal hacia los seres humanos, el cual debe seguir conservando.

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Alimentar un animal silvestre envía señales equivocadas que hacen que el animal pierda su prevención y que se acerque no solamente a usted, sino a cualquier humano en busca de comida, con lo que puede resultar envenenado o cazado por otros humanos o por sus gatos y sus perros.

La escasez de alimento mantiene el equilibrio de los ecosistemas, permite regular la cantidad de individuos en una población, y también estimula la migración y su recombinación genética. 

En últimas, es lo que determina y asegura su supervivencia a lo largo del tiempo, porque si las poblaciones no se mezclan tienen menos posibilidades de sobrevivir, además de las tareas polinizadoras que muchos de ellos tienen.

Los animales silvestres no son mascotas; los perjudicamos si los tocamos y si los alimentamos. El mejor aporte que podemos hacer a su supervivencia es cuidar su hábitat y, si vemos que están en peligro, llamar a una persona experta y profesional.

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