La victoria de Marco Rubio en el pulso por el Canal de Panamá
Panamá había rechazado las declaraciones de Trump sobre el Canal de Panamá, pero tras la visita de Marco Rubio, decidió distanciarse de China y alinearse con Estados Unidos.

El Canal de Panamá continúa en el ojo del huracán. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, realizó una visita oficial a Panamá el 2 de febrero de 2025, marcando su primer viaje en el marco de su gira por América Latina. Durante su estadía, se reunió con el presidente panameño, José Raúl Mulino, para discutir temas de interés bilateral. Uno de los puntos centrales fue la preocupación de Estados Unidos por la influencia china en el Canal de Panamá.
Rubio transmitió la postura del presidente Donald Trump, quien considera que la presencia china en la zona canalera podría violar el tratado de neutralidad del canal. En respuesta, Mulino anunció que Panamá no renovará su participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China cuando expire.
La visita de Rubio también estuvo marcada por protestas en Ciudad de Panamá, donde manifestantes expresaron su rechazo a la intervención estadounidense en asuntos soberanos del país.

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Las declaraciones de Trump sobre el Canal de Panamá
En diciembre de 2024, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que Panamá estaba cobrando tarifas “exorbitantes” a los buques estadounidenses que transitaban por el Canal de Panamá, y sugirió que China estaba ejerciendo control sobre la vía interoceánica. Trump insinuó la posibilidad de que Estados Unidos recuperara el control del canal, incluso sin descartar el uso de la fuerza militar.
En respuesta, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó categóricamente estas afirmaciones, enfatizando que el canal es y seguirá siendo de Panamá, administrado de manera soberana desde su transferencia en 1999. Mulino subrayó que no existe presencia de ninguna nación que interfiera en la administración del Canal de Panamá, y que el país ha gestionado la vía con responsabilidad para servir al comercio mundial, incluyendo a Estados Unidos.
Estas declaraciones generaron tensiones diplomáticas entre ambos países, con Panamá defendiendo su soberanía y administración del Canal de Panamá frente a las acusaciones de Trump. Sin embargo, la firmeza del presidente Mulino duró hasta la visita del secretario de Estado, Marco Rubio.

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Un cambio rápido
Tras la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, a Panamá, se produjeron varios acontecimientos significativos. Panamá decidió no renovar el acuerdo de entendimiento con China, firmado en 2017 en el marco de la iniciativa de la Ruta de la Seda. Esta decisión se tomó después de que Rubio calificara la influencia china en el Canal de Panamá como “inaceptable”z y advirtiera sobre posibles medidas si no se realizaban cambios inmediatos.
Además, el presidente panameño, José Raúl Mulino, expresó su disposición a revisar concesiones otorgadas a empresas chinas, como la de CK Hutchison Holdings, que opera puertos en ambas entradas del Canal de Panamá. Esta revisión dependerá de los resultados de auditorías en curso.

Además, durante su visita, Rubio supervisó el despegue de un vuelo que deportaba a 43 migrantes colombianos desde Ciudad de Panamá, como parte de un acuerdo con Estados Unidos para frenar la migración a través del Darién. Este vuelo fue financiado por Estados Unidos y forma parte de una serie de deportaciones que comenzaron en agosto del año anterior, con un total de 42 vuelos realizados hasta la fecha.
Estos eventos reflejan una intensificación en la cooperación entre Estados Unidos y Panamá en temas de seguridad y migración, así como una alineación más estrecha de Panamá con las políticas estadounidenses en la región.