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viernes, 29 de marzo de 2024
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¿Qué podemos decirles?

Victoria González, Columnista

Victoria E. González M.

Comunicadora social y periodista de la Universidad Externado de Colombia y PhD en Ciencias Sociales del Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) de la ciudad de Buenos Aires. Decana de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo.

La crítica al periodismo colombiano es uno de los deportes que todos, incluso quienes nos formamos para ejercer este oficio, practicamos a diario. Las quejas más recurrentes contra medios y periodistas apuntan principalmente a la imposición de agendas que se convierten en cortinas de humo para ocultar hechos graves; a la elección de los enfoques con los que se aborda la información, que frecuentemente contribuyen a la desinformación y al desequilibrio; a la conveniente ambigüedad entre la información y la opinión que confunde a las audiencias menos formadas; a la superficialidad con la que se manejan temas de trascendencia para la sociedad. 

En fin, son varios los motivos por los cuales la gente critica a medios y periodistas. Sin embargo, la gran paradoja de todo esto es que muchas de esas personas “críticas” siguen teniendo como principal fuente de consulta a esos medios y periodistas e, incluso, los consideran un elemento fundamental en la formación de sus opiniones y creencias.


Para quienes hemos transitado por este complejo mundo del periodismo no es fácil tomar una posición sobre el tema. Más aún, teniendo en cuenta que muchos de nosotros hemos elegido el camino de formar a las nuevas generaciones encargadas de tomar la posta.

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¿Qué podemos decirles a estos jóvenes que llegan a nuestras aulas? ¿Qué les respondemos a quienes nos refieren que quieren estudiar periodismo porque los medios mienten y ellos quieren romper ese ciclo y contar la verdad de lo que pasa en un país tan complejo como el que les tocó? ¿Nos ponemos apocalípticos y les decimos que los medios son una simple caja de resonancia de un sistema decadente y corrupto? ¿Les pronosticamos que ellos se van a convertir, tarde o temprano, en una ficha más de ese sistema? O más bien les decimos que meter a todos los medios y periodistas en un mismo saco nos impide tener una visión más amplia y ponderada. Que algunos periodistas están arriesgando su propia integridad para sacar a la luz hechos que, incluso, las mismas autoridades se empeñan en ignorar u ocultar. Que los medios van más allá de ser un puñado de periódicos y revistas obsecuentes con los gobiernos de turno y mucho más allá de unos cuantos informativos plagados de figuras decadentes. Que la necesidad de informar a conciencia en un país convulsionado ha promovido la creación de medios independientes conformados por grandes periodistas que, en coyunturas críticas como las grandes movilizaciones sociales de los últimos tiempos, han demostrado que el periodismo sí puede estar del lado del ciudadano común para defenderlo e informarlo. Si optamos por la segunda posición, pero, principalmente sin no nos quedamos en el simple discurso sino que la llevamos al escenario de una práctica orientada a la formación de estas nuevas generaciones de periodistas, seguramente lograremos una verdadera transformación social que garantice el derecho fundamental que tenemos todos a una información de calidad.

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