Escasez el agua en el mundo: la alarma por la crisis del agua resuena en Colombia y el mundo
La crisis del agua tiene en problemas a Colombia y a varios países en el mundo que enfrentan las graves consecuencias de este fenómeno. El cambio climático y la falta de previsión por parte de los Estados son factores cruciales.

La crisis del agua es un fenómeno que se extiende por todo el planeta. Los ciclos de inundaciones y sequía afectan las islas del Caribe, España, Centroamérica, casi todos los países del Medio Oriente, Chile, India, Irán, España y Bélgica. Por lo menos 25 países están afectados por lo que los especialistas denominan estrés hídrico.
Hay países que combinan la sequía en vastas regiones con inundaciones que conllevan enormes tragedias como es el caso de Brasil: Según datos del Instituto de Recursos Mundiales WRI.
India, China y Turquía tienen alto riesgo de sequía y en Ucrania y Moldavia los riesgos son mayores.
Según el reporte de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos para 2024, la agricultura representa el 70% de la utilización de agua dulce, mientras que el uso doméstico sólo representa el 10%. En los países industriales la industria representa el 40% del uso del agua.
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La urbanización ha sido un factor importante en la expansión del uso del agua. Los cambios estacionales y los extremos climáticos han determinado el agotamiento de aguas subterráneas, su escasez y la difícil recarga de los acuíferos naturales, como es el caso de la India.
El uso industrial del agua, que incluye tanto la producción de electricidad, la generación de vapor o refrigeración, como el uso del agua en la minería y la extracción de petróleo han provocado un uso intensivo del recurso, que ha terminado por socavar la crisis del agua.
La disminución en el cauce de los ríos amenaza la generación hidroeléctrica y también la disponibilidad para procesos como la fracturación hidráulica y hasta la producción de semiconductores en Taiwán.
Consecuencias de la crisis del agua
La crisis del agua no ha llegado a ocasionar conflictos geopolíticos, pero cada día se valora más el importante papel que tendrá el agua en la economía mundial, en la medida en que la comercialización de la misma y su control por parte de grandes corporaciones agudice la competencia.
Las sequías pueden alentar migraciones, la reducción de las precipitaciones ha obligado a disminuir el tránsito por el Canal de Panamá y ha afectado los patrones y precios del transporte marítimo a nivel mundial y la seguridad alimentaria en muchos países.
Según un informe de la UNESCO, 2.200 millones de personas aún no disponen de suministros seguros de agua potable y 3.500 millones de personas no tienen acceso a servicios adecuados de saneamiento. Esto hace que el objetivo de las Naciones Unidas de lograr el acceso universal para el año 2030 esté muy lejos y se prevé que la situación se agrave.
La UNESCO reportó que entre 2002 y 2021, las sequías afectaron a más de 1.400 millones de personas. En 2022, aproximadamente la mitad de la población mundial sufrió escasez severa de agua durante al menos una parte del año y una cuarta parte se enfrentó a niveles «extremadamente elevados» de estrés hídrico, al utilizar más del 80 % de su suministro total anual de agua potable renovable. Se prevé que el cambio climático incremente aún más la frecuencia y la gravedad de estos fenómenos, con graves riesgos para la estabilidad social.
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Colombia también es víctima del estrés hídrico
Según los datos presentados por el Ministerio de Ambiente el pasado 15 de abril, durante el trimestre (enero-marzo) de 2024 se ha presentado desabastecimiento de agua en 277 municipios y 24 departamentos del país.
El Estudio Nacional del Agua que el Ideam realiza cada cuatro años y cuya última edición fue en 2022, revela que, aunque Colombia tiene un rendimiento hídrico seis veces mayor que el promedio mundial y tres veces más que en Sudamérica, 207 de los 1.123 municipios son susceptibles a sufrir desabastecimientos de agua y pierde 7,8% de su área glaciar cada año. También regiones como Sucre y Bolívar son vulnerables a episodios de sequía.
El estudio revela que entre 1998 y 2021, un total de 565 municipios (más de la mitad del país) de 26 departamentos han sufrido de desabastecimiento en temporadas secas, añadiendo que no basta que haya agua, sino que se requiere la infraestructura para utilizarla
El racionamiento del agua en Bogotá, que puede prolongarse hasta finales de 2024, es atribuido a la temporada seca y el fenómeno del niño, pero estos fenómenos eran esperables y lo que se evidencia es una falta de planificación y previsión en un país que es de los más ricos del mundo en materia hídrica.