“Apagón en Colombia es una amenaza latente”: Amylkar Acosta alerta
Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, advierte sobre el riesgo de un apagón en Colombia debido a la caída en la producción de gas y la falta de margen en el sistema eléctrico.

Doctor Acosta, usted menciona que la transición energética en América Latina y en Colombia no tiene por qué seguir el mismo camino que otros países. ¿Cuál es su visión sobre este proceso?
Así es. Estamos en una coyuntura donde todo gira en torno a la transición energética. Sin embargo, yo estoy convencido de que la hoja de ruta de la transición para América Latina y en particular para Colombia no tiene por qué parecerse a la de otros países que tienen realidades muy distintas a las nuestras. Por eso, el título de mi charla es “La transición energética a la colombiana”.
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En ese sentido, ¿qué medidas deberían priorizarse para garantizar el abastecimiento de gas en el corto y mediano plazo sin depender de las importaciones?
La prioridad número uno, sin duda, es aumentar la exploración de gas en el país. Lamentablemente, esta necesidad no está alineada con la política del actual gobierno, que desde muy temprano tomó la decisión de no firmar más contratos de exploración y explotación de hidrocarburos. Esto ocurre en un momento en que nuestras reservas son muy precarias y han venido cayendo de forma preocupante.
Para darle una idea, en los últimos 15 años, las reservas de gas en Colombia han caído un 50%. Y al caer las reservas, cae también la producción. Antes producíamos alrededor de 1.000 millones de pies cúbicos diarios y ahora estamos por debajo de los 900 millones. Mientras tanto, la demanda sigue creciendo, pues el gas natural es considerado el energético de la transición.
Desde el 1 de diciembre del año pasado, Colombia perdió su autosuficiencia en el abastecimiento de gas. Actualmente estamos importando 40 millones de pies cúbicos diarios, pero seguramente cerraremos el año por encima de los 70 millones y el próximo año superaremos los 120 millones de pies cúbicos diarios. Si no se toman medidas urgentes, esta dependencia de las importaciones podría aumentar el riesgo de un apagón en Colombia, especialmente si hay dificultades en la oferta energética.

Ante ese panorama y la reducción de la producción de gas, usted mencionó el proyecto Sirius. ¿Qué impacto podría tener?
Sirius es la mayor apuesta que tiene el gobierno en materia exploratoria. Se trata de un proyecto offshore en el mar Caribe liderado por Ecopetrol en alianza con Petrobras. Si todo marcha según lo planeado, en unos tres o cuatro años podríamos recuperar nuestra autosuficiencia gasífera gracias a este proyecto, lo que ayudaría a reducir el riesgo de un apagón en Colombia, derivado de la falta de gas para generación térmica.
En paralelo, el gobierno también avanza en la instalación de una regasificadora en el Pacífico. ¿Cómo funcionará este proyecto?
Sí, pero es importante aclarar que Ecopetrol no será quien monte la regasificadora. Lo que ha hecho es contratar a una empresa para que preste ese servicio.
El proyecto es complejo. Consiste en un barco ubicado en el puerto de Buenaventura, donde llegará el gas licuado importado. Desde allí, el gas será transportado hasta Yumbo en vehículos especiales y en Yumbo se instalará la regasificadora.
Se estima que esta planta tendrá una capacidad de aproximadamente 60 millones de pies cúbicos diarios. Una vez regasificado el gas, será transportado a través del gasoducto operado por TGI del Grupo Energía Bogotá para integrarlo al mercado nacional. No obstante, esta infraestructura es una solución parcial, pues no evitaría un eventual apagón en Colombia si el sistema eléctrico sigue operando con márgenes de reserva tan ajustados.

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Pasemos al tema eléctrico. Se ha hablado de posibles apagones en el Caribe. ¿Cuál es su opinión sobre esta situación?
Desde septiembre de 2023, la empresa XM, que opera el sistema interconectado nacional, alertó que las líneas de transmisión que llevan la energía desde el interior del país hacia la región Caribe están al límite de su capacidad. En términos prácticos, esto significa que no pueden transportar toda la energía que se consume en la región.
XM mencionó que en la región Caribe había una “demanda no atendida”. Para mí, eso es un eufemismo para no hablar de racionamiento de energía. De hecho, la auditoría realizada al agente interventor de la empresa Air-e concluyó que, en muchos casos, lo que se anuncia como mantenimiento es en realidad racionamiento encubierto. Esto demuestra que el apagón en Colombia no es una posibilidad lejana, sino una amenaza latente.
¿El riesgo de apagón en Colombia es exclusivo de la región Caribe?
No, el riesgo de racionamiento también amenaza al centro del país, incluida la sabana de Bogotá. En este momento, no hay oferta excedentaria de energía en esa zona.
Le doy un ejemplo concreto: recientemente, el centro logístico más grande de América Latina, que montó Falabella en Cota, le pidió a Codensa que le suministrara energía y la respuesta fue que no tenían disponibilidad. Como resultado, la empresa tuvo que instalar una planta térmica que funciona con diésel para poder operar. Casos como este confirman que el apagón en Colombia no solo afecta a la costa Caribe, sino que podría impactar a grandes centros urbanos e industriales.

¿Qué tan grave es la situación?
Estamos en el filo de la navaja. La capacidad de generación eléctrica del país es de aproximadamente 260 gigavatios hora día, mientras que la demanda está solo 20 gigavatios por debajo de esa cifra. Es decir, tenemos un margen de maniobra de apenas el 1%.
Si queremos evitar un apagón en Colombia, necesitamos que el sistema eléctrico del país opere con la precisión de un reloj suizo.