La huelga en la industria automotriz de EE.UU. muestra una nueva era: ¿qué posibilidades tiene Colombia?
El sindicato United Auto Workers (UAW), que agrupa a cerca de 150.000 trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos, se declaró en huelga el pasado 14 de septiembre. Entre sus principales peticiones está que el salario crezca un 46% en los próximos cuatro años, así como ajustes en materia de la jornada laboral, pensiones y libertad sindical.
El reclamo tiene origen en el vencimiento de las convenciones colectivas de hace cuatro años, que buscaban retribuir el apoyo de los trabajadores para enfrentar los estragos de la crisis financiera de 2008 en el sector. Los últimos resultados económicos no han hecho más que reforzar los reclamos.
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En los últimos años, Estados Unidos y otros países no han logrado revertir la constante pérdida de competitividad frente a países como China, Japón e India. Como resultado, se ha venido dando un proceso de relocalización de varios procesos de producción en países con menores costos laborales y tributarios, como son México y otros de Centroamérica.
La industria automotriz colombiana no se escapa de esta realidad, pues fue el país de peor desempeño de la región. Las cifras de Cometrade revelan que las exportaciones de vehículos y autopartes de Colombia cayeron un 27% entre 2018 y 2022, una tendencia que se ha profundizado, pues entre 2021 y 2022 cayeron un 40%.
En los últimos días, el gobierno propuso ajustar las medidas de fomento de un sector que genera en el país más de 45 mil empleos directos, los cuales son equivalentes a los trabajadores de una de las tres empresas estadounidenses (General Motors) que se acaban de declarar en huelga.
Política del presidente Petro
En febrero de 2023, el Gobierno Nacional anunció la revisión de los instrumentos existentes para fomentar la industria automotriz local y desarrollar la política de reindustrialización.
En concreto, dijo que evaluaría los ajustes necesarios de herramientas como el Programa de Fomento para la Industria Automotriz (PROFIA); el Instrumento Arancelario para el Mejoramiento Ambiental y de la Seguridad Vial (IAMAS); el Régimen de Transformación y Ensamble y la política arancelaria.
Hasta el momento, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) ha presentado un proyecto de Decreto para modificar el Programa de Fomento para la Industria Automotriz (PROFIA). La modificación tiene como objetivos promover la transición energética, la reindustrialización y la generación de encadenamientos productivos en la industria automotriz.
De acuerdo con Felipe Barón, gerente de comercio internacional de la firma Araújo Ibarra, las principales modificaciones propuestas incluyen la clasificación de vehículos en cuatro categorías, según el número de pasajeros y el tipo de combustible; la introducción de un grado mínimo de desensamble de los bienes que se importen al amparo de este programa para fomentar la producción local, y la exigencia de un porcentaje mínimo de incorporación de valor agregado nacional, que aumentaría gradualmente durante cinco años.
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Además, el Decreto busca limitar la duración del programa para nuevos solicitantes a tres años, prorrogables por diez años adicionales, mientras que los programas ya autorizados antes de la entrada en vigencia de la norma continuarían bajo las reglas anteriores durante seis meses antes de aplicar las nuevas disposiciones.
Con este tipo de medidas, el gobierno busca reactivar la industria automotriz en medio de grandes desafíos, pues en Colombia la producción de vehículos está descartada por el tamaño del mercado y la competencia intrarregional.
En Colombia se compran pocos carros
Según el Anuario del sector automotor, publicado por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), Colombia es uno de los países de América Latina que matricula menos vehículos al año en proporción a su población. Esa fuente indica que nuestro país tiene un potencial de compra de 500.000 vehículos al año.
Argentina, que posee una población similar, matricula al año casi el doble de vehículos; y Chile, que tiene casi un tercio de la población colombiana, matrícula más de 400.000 vehículos al año.
Por lo tanto, no es sorpresa que Colombia ocupe el último lugar en el índice de motorización entre los países de la OCDE y el puesto 70 en exportaciones de vehículos y autopartes.
La industria automotriz es liderada por China
Estados Unidos perdió hace años el liderazgo en la producción de vehículos. Desde 2012, China tomó el papel protagónico en la industria automotriz y hoy en día produce casi tres veces más que la potencia norteamericana.
De acuerdo con la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA), en 2022 el gigante asiático lideró la producción de vehículos a nivel mundial con el 31,2% de las 85 millones de unidades producidas.
Los cinco mayores productores de vehículos en 2022 fueron: China, país que cubrió la mayor parte del abastecimiento mundial con más de 27 millones de vehículos; Estados Unidos, que registró la producción de poco más de 10 millones de vehículos; Japón (7,84 millones), India (5,46 millones) y Corea del Sur (3,76 millones).
Aunque México y Brasil ocuparon los puestos 7 y 8 como productores de vehículos a nivel mundial en 2022, con 3,51 millones y 2,37 millones de unidades, respectivamente, solo México tiene una figuración importante en materia de exportaciones.
Ubicado en el cuarto lugar, México explica el 8,4% de las exportaciones mundiales de vehículos, y su principal mercado es Estados Unidos.
Ante este panorama, Colombia tiene la oportunidad de redefinir su papel en la industria automotriz global, al enfocarse en la producción de componentes avanzados y tecnologías para vehículos eléctricos. Esto requeriría un enfoque estratégico, colaboración internacional y una inversión decidida en innovación.
Dado el pequeño papel de Colombia en el mercado mundial automotriz y su escasa competitividad en materia de infraestructura y trámites, surge la pregunta de si el sector de autopartes podrá jugar el papel que el gobierno pretende en el proceso de reindustrialización.
