Las 12 preguntas que podrían transformar el trabajo en Colombia: lo que está en juego en la Consulta Popular
El Gobierno presentó las 12 preguntas que se incluirán en la Consulta Popular que el presidente radicará el primero de mayo en el Senado. El objetivo: revivir lo que se hundió en el Congreso.
En un nuevo intento por sortear los obstáculos legislativos, el Gobierno de Gustavo Petro anunció este lunes las 12 preguntas que conformarán la Consulta Popular con la que espera revivir los ejes fundamentales de su Reforma Laboral. La iniciativa, que fue archivada por la Comisión Séptima del Senado, ahora busca legitimidad en las urnas y será radicada oficialmente el próximo primero de mayo, Día del Trabajo, en el Senado de la República.
En un evento encabezado por los ministros del Interior, Armando Benedetti, y de Trabajo, Antonio Sanguino, se presentó el cuestionario que deberá ser respondido por los ciudadanos con un “Sí” o “No”. La Consulta Popular se convierte así en el plan B del Gobierno para cumplir con una de sus principales promesas de campaña: transformar el mundo del trabajo en Colombia.
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¿Qué preguntas plantea la Consulta Popular?
Las 12 preguntas de la Consulta Popular están centradas en reivindicaciones históricas de los trabajadores. De acuerdo con el más reciente comunicado de Presidencia, estas son las preguntas que estarán en la Consulta Popular:
1. ¿Está de acuerdo con que el trabajo de día dure máximo 8 horas y sea entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m.?
2. ¿Está de acuerdo con que se pague con un recargo del 100% el trabajo en día de descanso dominical o festivo?
3. ¿Está de acuerdo con que las micro, pequeña y medianas empresas productivas preferentemente asociativas reciban tasas preferenciales e incentivos para sus proyectos productivos?
4. ¿Está de acuerdo con que las personas puedan tener los permisos necesarios para atender tratamientos médicos y licencias por períodos menstruales incapacitantes?
5. ¿Está de acuerdo en que las empresas deban contratar al menos 2 personas con discapacidad por cada 100 trabajadores?
6. ¿Está de acuerdo con que los jóvenes aprendices del SENA y de instituciones similares tengan un contrato laboral?
7. ¿Está de acuerdo que las personas trabajadoras en plataformas de reparto acuerden su tipo de contrato y se les garantice el pago de seguridad social?
8. ¿Está de acuerdo con establecer un régimen laboral especial para que los empresarios del campo garanticen los derechos laborales y el salario justo a los trabajadores agrarios?
9. ¿Está de acuerdo en eliminar la tercerización e intermediación laboral mediante contratos sindicales que violan los derechos laborales?
10. ¿Está de acuerdo que las trabajadoras domésticas, madres comunitarias, periodistas, deportistas, artistas, conductores, entre otros trabajadores informales, sean formalizados o tengan acceso a la seguridad social?
11. ¿Está de acuerdo en promover la estabilidad laboral mediante contratos a término indefinido como regla general?
12. ¿Está de acuerdo con constituir un fondo especial destinado al reconocimiento de un bono pensional para los campesinos y campesinas?
Cada uno de estos temas refleja un eje central de la Reforma Laboral que el Congreso decidió no respaldar. La Consulta Popular, entonces, se perfila como un mecanismo de presión política y social: si el pueblo vota masivamente por el “Sí”, el Gobierno podrá alegar que tiene un mandato directo que no puede ser ignorado.
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Más de 20 mil voces en la construcción del cuestionario
Según el Ministerio del Interior, las preguntas no surgieron únicamente del Ejecutivo, sino que fueron alimentadas por una amplia participación ciudadana. A través de un portal habilitado para tal fin, más de 20 mil personas enviaron propuestas, muchas de las cuales fueron tenidas en cuenta para formular la Consulta Popular.
El ministro Benedetti aseguró que este ejercicio representa “una nueva forma de gobernar con la gente”, mientras que su homólogo del Trabajo, Antonio Sanguino, insistió en que la Consulta Popular es la vía para “respetar la voz de quienes trabajan todos los días por sacar adelante este país”.
Aún así, el camino no está despejado. La Registraduría deberá organizar el proceso, que implicaría una millonaria logística y un calendario ajustado. Además, se requerirá una alta participación ciudadana para que la Consulta Popular sea vinculante, lo cual es uno de los mayores retos del Gobierno en este tipo de ejercicios.
¿Consulta Popular o pulso político?
Lo cierto es que la Consulta Popular no solo busca reformar el Código Sustantivo del Trabajo: también es un pulso entre el Ejecutivo y el Congreso, entre el Gobierno y sus opositores. El presidente Petro apuesta a que, ante el rechazo de las élites políticas, será el pueblo el que le dé la razón.
¿Logrará el presidente movilizar suficientes votos para que la Consulta Popular sea válida y vinculante? ¿Le alcanzará el capital político para convertir un revés en una victoria? Las próximas semanas serán clave. Por ahora, el país se alista para responder, una por una, las 12 preguntas que podrían marcar un antes y un después en la historia laboral de Colombia.
