Tras base en Gorgona, ahora se supo que quieren construir megacentro de policía en el Amazonas
Andrés Pachón
Abogado investigador, magíster en Derecho Público con experiencia en litigio estratégico. Medio ambiente, derechos y desarrollo. Twitter: @AndresPachonTor
La Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (INL), la misma que financia el proyecto militar en Gorgona, ahora financia un Centro de Integración Transnacional para el control de delitos ambientales en el corazón de Leticia, Amazonas.
Estos casos suscitan un gran debate, pues se cuestiona si la protección de nuestra riqueza natural debe estar dirigida y financiada por potencias extranjeras.
La información se conoció porque en la Asamblea del Amazonas se discute el proyecto de ordenanza No. 002 del 2 de marzo de 2024, para entregar a título gratuito a la Policía un predio de la Gobernación en el que se construiría este importante centro de operaciones.
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Información geoespacial, radar y drones
Se trata de una unidad de policía súper potente, con acceso a mucha información sensible sobre un área estratégica como lo es nuestro Amazonas.
Lo más preocupante del proyecto es que tendrá “un componente de alta tecnología para el procesamiento, análisis y explotación de recursos de información geoespacial (imágenes de satélites, sensores aerotransportados, radar, lidar, sar, fotografía aérea)”.
También contará con “servidores de hiperconvergencia y de almacenamiento robusto, alta conectividad, además de equipamiento operacional (drones, sistemas aéreos remotamente tripulados) y movilidad”.
EE.UU. en busca de información y control de áreas naturales estratégicas
Está muy bien que haya mayor seguridad y tecnología. Pero ¿qué nos asegura que la financiación estadounidense de este proyecto no pondrá en manos de una potencia extranjera ávida de recursos naturales ajenos, como lo es la superpotencia del norte, esta valiosa información y capacidad instalada?
Y es que la General del Comando Sur, Laura Richardson, ya le echó el ojo a nuestros recursos. Miren lo que dijo en un evento del Atlantic Council, un think tank vinculado a la OTAN, para referirse a los recursos de América Latina:
“Tenemos 31% del agua dulce del mundo en esta región. Con ese inventario, a EE.UU. le queda mucho por hacer (…). Tenemos que empezar nuestro juego”.
¿”Tenemos el 31% del agua dulce”? ¿Acaso Estados Unidos considera que los recursos de América Latina le pertenecen?
A esto se suman los helicópteros que le aceptó Petro al Gobierno de los Estados Unidos, y que hoy operan en nuestro territorio del Amazonas. Fiel a su estilo, a estas aeronaves estadounidenses que sobrevuelan nuestro territorio en búsqueda de información y control Petro las bautizó “guacamayas”, para vestirlas de verde y de colombiano, y así ocultar su origen y sus verdaderas intenciones.
Estados Unidos ya empezó “su juego”. Tras esos helicópteros vienen los operadores, los contratistas, los técnicos, los que capacitan, y paso a paso empiezan a ejercer control operativo, territorial y de información. No se debe olvidar que la información sobre estos lugares es una mina de oro.
Los impactos de la Operación del Centro Transnacional en el Amazonas
También se ha comenzado a señalar que la construcción de este proyecto no requiere consulta previa, porque el predio no se encuentra dentro de un resguardo indígena. Sin embargo, la operación de los drones y demás aeronaves no tripuladas sí impactará a todos los resguardos indígenas vecinos que rodean el lugar.
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Es fundamental que estas comunidades sean informadas, que haya un proceso de participación real y efectivo, y que se examinen los impactos del radar, de los drones y de las demás aeronaves no tripuladas. También debe haber claridad sobre el uso de la información que se obtenga sobre los resguardos. Por todo esto, es necesaria la consulta previa.
Predio destinado a vivienda VIS
Así mismo, es pertinente precisar si el proyecto se adelantará en un predio que, según reportan algunos líderes de la zona, está destinado a Vivienda de Interés Social.
De ser así, habría que revisar la legalidad y la conveniencia de una decisión de este tipo, pues se podría vulnerar el derecho a la vivienda de los pobladores de la zona.
Por supuesto que hay que mejorar las condiciones de seguridad y la forma de proteger el medio ambiente y la biota amazónica, pero esto debe hacerse garantizando nuestra soberanía sobre estos recursos.
Cualquier asomo de intereses extranjeros debe activar todas las alarmas, pues Estados Unidos no nos quiere a nosotros, sino a nuestros recursos y riqueza.
No hay que ser ingenuos: vienen por el Amazonas y quieren nuestra biodiversidad y nuestra agua. Hoy, más que nunca, resulta imperativo defender nuestra Soberanía Ambiental.
