¿Qué sucedería si los mexicanos en Estados Unidos fueran expulsados?

Los mexicanos en Estados Unidos representan una parte importante de la economía, pues contribuyen en múltiples áreas tales como la generación de empleo, el consumo y la estabilidad fiscal.
Las políticas de deportación masiva podrían tener consecuencias devastadoras para la economía estadounidense. Según un estudio del Peterson Institute, una expulsión de hasta 8,3 millones de migrantes, junto con aranceles adicionales, reduciría el PIB real de EE.UU. en un 9,7% para 2028, produciría una una caída del empleo del 9% y un incremento inflacionario de hasta 7,4 puntos porcentuales.
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Contribuciones al empleo de los mexicanos en Estados Unidos
La relación económica entre México y Estados Unidos ha demostrado ser mutuamente beneficiosa. Los migrantes mexicanos son responsables de crear entre 1 y 2 empleos adicionales por cada 10 que ocupan en el mercado laboral estadounidense, de acuerdo con el estudio “Migration restrictions and damages to the US economy”.

Además, el Mexico Institute calcula que la inversión mexicana respalda 123.000 trabajos en los Estados Unidos.
Aporte al consumo
La periodista y académica mexicana, Viri Ríos, calcula que el 80% de los salarios de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos se gastan localmente, lo que impulsa el consumo interno.
Ríos estima que la ausencia de mexicanos en Estados Unidos podría contraer la economía estadounidense en 1 punto del PIB, un impacto equivalente a destruir el valor generado por las industrias agrícola, pesquera y forestal combinadas.

El papel en la economía del conocimiento
A menudo, el discurso antiinmigrante subestima la creciente proporción de migrantes calificados provenientes de México. Entre 1990 y 2024 los migrantes mexicanos con educación universitaria aumentó de 161.000 a 2,4 millones, de acuerdo con la información publicada en un estudio del Migration Policy Institute.
Según el mismo estudio, México es el cuarto país del mundo que más migrantes envía a la potencia del norte con educación universitaria, solo superado por Filipinas, China e India.
Además, las patentes registradas por mexicanos en Estados Unidos aumentaron el 380% entre 2009 y 2020, conforme a los datos de la Federal Reserve Bank sobre patentes concedidas.
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Impacto fiscal positivo
En términos de impuestos, cada migrante contribuye con un impacto fiscal neto positivo de USD $545.000 a lo largo de su vida, de acuerdo con un estudio publicado por el Institute of Labor Economics.
Incluso los inmigrantes indocumentados aportan USD $33.000 millones anuales en impuestos subnacionales, lo que equivale al 2% del total recaudado por estados y municipios.
La juventud y el aporte de los mexicanos en Estados Unidos al sistema de Seguridad Social son esenciales para su sostenibilidad. Más del 50% de sus salarios financian este sistema, y sus contribuciones no reclamadas refuerzan las reservas.
De hecho, si la migración aumenta en 200.000 personas al año, la solvencia del Seguro Social se extendería por 2 años y generaría USD $284.000 millones adicionales en reservas, como expuso el jefe de Administración de Seguridad Social en una carta para la Comisión de Seguridad Interior y Asuntos Gubernamentales del Senado.

Seguridad y crimen
La presencia de migrantes mexicanos en Estados Unidos se asocia con una notable reducción en los índices de criminalidad. Diversos estudios han demostrado que por cada punto porcentual de incremento en el porcentaje de inmigrantes mexicanos en una ciudad, los niveles de delincuencia disminuye de forma significativa.
Por ejemplo, en ciudades que acogen a los migrantes, los crímenes contra la propiedad bajan un 11%, con reducciones específicas del 18% en robos, 9% en hurtos y 16% en robos de vehículos.
Además, los inmigrantes tienden a tener menos probabilidades de cometer delitos en comparación con los nativos estadounidenses. Esto se refleja en una tasa de encarcelamiento más baja entre los nacidos en el extranjero frente a los nacidos en Estados Unidos.
Este fenómeno se explica, en parte, por el fortalecimiento de las estructuras familiares tradicionales que los inmigrantes aportan. Dichas estructuras promueven el capital social y refuerzan los mecanismos de control social informal, factores que reducen la delincuencia.