Nearshoring en América Latina: ¿qué tan factible es?

En 2023, se han mantenido las dificultades en las cadenas de suministro a nivel mundial. En este contexto, han surgido empresas como Biz Latin Hub, especializadas en promover el nearshoring y las inversiones en la región. 

Esta compañía afirma que el proceso conocido como nearshoring puede aumentar las exportaciones de América Latina hasta en USD $78.000 millones en los próximos años.

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Las ventajas de América Latina para el nearshoring

Según el Banco Mundial, la tendencia global al nearshoring presenta oportunidades que América Latina debería aprovechar.

Uno de los sectores en los que se publicita la ventaja de contar con proveedores cercanos es el de las energías fósiles. Dada la dificultad para el abastecimiento de estos productos a raíz de la guerra de Ucrania, los insumos provenientes de América Latina pueden ser una opción menos costosa.

Muchas empresas tecnológicas estadounidenses también ven la oportunidad de hacer negocios en América Latina por la afinidad cultural, el dominio del inglés de parte de la población y la reducción de costos. 

Según una encuesta de Deloitte, el 87% de las empresas de tecnologías de la información consideraron el nearshoring hacia América Latina.

Algunos países tienen oportunidades especiales por su estructura económica. Argentina es una potencia agrícola y tiene un importante desarrollo manufacturero, mientras que Brasil tiene una enorme riqueza mineral y un mercado importante. 

En el caso de Chile, se destaca que es considerado uno de los países latinoamericanos con mayor facilidad para hacer negocios, mientras que Colombia tiene un potencial importante en minerales y energías renovables.

Entre las consideraciones de quienes promueven una nueva oleada de inversiones en América Latina está el buen rendimiento de las inversiones por factores como los menores costos laborales.

Así, por ejemplo, mientras un desarrollador de software estadounidense puede cobrar USD $80.000 al año, un chileno puede trabajar por USD $36.000 al año, según la empresa Biz Latin Hub.

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Nearshoring: no todo son oportunidades

Sin embargo, el Banco Mundial también ha expresado que la región de América Latina y el Caribe tiene problemas importantes que le restan competitividad y les dificultan a las empresas relocalizarse allí. 

El organismo internacional ha dicho que, durante años, “ALC [América Latina y el Caribe] ha ofrecido a los inversores un entorno difícil, con normas que cambian rápidamente, elevados costos de transporte y una mano de obra con una formación desigual, lo que significa que Canadá, el Reino Unido y, a veces, Estados Unidos resultan más atractivos que los gigantes regionales Brasil y México”.

La región de América Latina y el Caribe sigue siendo una de las menos integradas, mientras que la apertura comercial y los flujos (de inversión extranjera directa) se han estancado o reducido en los últimos 20 años”, afirmó William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

La CEPAL preparó el informe “Oportunidades para la inversión y colaboración entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea” para la Cumbre de la UE y América Latina que se realizó en Bruselas el 17 y 18 de julio de 2023

Allí, señala que, más que el traslado de factorías desde Europa, la estrategia de la Unión Europea debe ser la inversión en energías renovables, la producción de minerales estratégicos como el cobre y el litio, el fomento del turismo sostenible y la articulación de América latina a la cadena de valor de productos farmacéuticos de Europa.

Al menos por ahora, no se percibe una avalancha de inversiones de los países occidentales para deslocalizar su producción en Asia y trasladarla a América Latina, en un proceso de nearshoring. 

Más bien, se percibe un esfuerzo para mantener una estructura comercial como la tradicional, con inversiones puntuales en casos excepcionales, como podría ser México por su cercanía a Estados Unidos, y un esfuerzo de la Unión Europea y Estados Unidos por reindustrializar sus propios países.