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lunes, 21 de abril de 2025
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Déficit fiscal en 2025: Crece el gasto y se agravan los riesgos para la estabilidad económica 

Colombia enfrenta un déficit fiscal récord en 2025, con un gasto creciente y un recaudo incierto. Le contamos sobre los riesgos económicos, el impacto en la deuda y las perspectivas de estabilidad financiera.

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En 2024, el Gobierno enfrentó un déficit de ingresos de $74 billones, una de las cifras más altas en la historia reciente. Este desbalance se originó en varios factores, como fallos de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado que afectaron el recaudo tributario. Además, el presupuesto incluyó ingresos inciertos provenientes de litigios y estimaciones optimistas de la Dian.

Para 2025, el Gobierno proyecta ingresos tributarios brutos de $320,9 billones. Sin embargo, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) considera esta meta poco realista y estima un recaudo menor, de $286,9 billones, lo que generaría un déficit fiscal de $34 billones respecto a la proyección oficial.


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Perspectivas de recaudo y déficit fiscal en 2025

En enero de 2025, la Dian reportó un recaudo tributario de $32,8 billones, un 6% más que el mismo mes del año anterior. Históricamente, enero representa entre el 10,5% y 11,1% del total anual, lo que sugiere que el recaudo total podría ubicarse entre $295,5 y $312,4 billones. Esto implicaría un déficit de ingresos de entre $8,6 y $25,5 billones.

Según Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, si sectores clave como manufactura, comercio, servicios financieros y transporte muestran una recuperación, el faltante de ingresos podría reducirse a $20 billones. Además, el incremento en el consumo de los hogares y los impuestos saludables podrían mejorar la recaudación.

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Riesgos de sostenibilidad fiscal

A pesar de un panorama fiscal menos crítico de lo estimado por el Carf, el riesgo de sostenibilidad de las finanzas públicas sigue presente. El Presupuesto General de la Nación es altamente inflexible, lo que podría llevar a un gasto superior a las metas oficiales. De acuerdo con los análisis de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, si los ingresos caen y los gastos aumentan, el déficit fiscal podría incrementarse en $30 billones adicionales, con un gasto extra de $10 billones. En este escenario, el desbalance del Gobierno Nacional Central alcanzaría el -6,7% del PIB, en lugar del -5,1% proyectado en el Plan Financiero 2025.

Si esta tendencia continúa, la deuda pública seguiría en aumento, generando mayores costos financieros. Además, las tasas de interés podrían subir, afectando el consumo y la inversión. También, la tasa de cambio enfrentaría presiones alcistas, encareciendo importaciones y comprometiendo la estabilidad macroeconómica.


Déficit fiscal récord y desafíos en la ejecución del gasto

El informe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá indica que el Gobierno Nacional Central inició el 2025 con el déficit fiscal más alto en la historia reciente, alcanzando el -0,7% del PIB en enero, el peor resultado desde 2004. Esto se debió a un aumento del gasto del 35% anual y una caída en los ingresos del 0,2%. Como consecuencia, el país ya incumple la Regla Fiscal, que exige un déficit primario de -0,2% del PIB, mientras que en enero se situó en -0,5%.

A diferencia de 2024, cuando la principal preocupación era un recaudo tributario débil, en 2025 el problema radica en un gasto elevado y rígido. Este aumento responde a la acumulación de Reservas Presupuestales (RP) en 2024, que alcanzaron un récord de $63,2 billones

Las reservas presupuestales son los recursos que una entidad pública deja apartados al final de un año fiscal para cubrir compromisos de gasto adquiridos durante ese año, pero que aún no han sido pagados o ejecutados completamente.

En enero de 2025, el Gobierno ejecutó casi $30 billones de estas reservas, lo que equivale a la totalidad de los ingresos recibidos en ese mes.

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Endeudamiento y riesgos financieros

Para hacer frente a las presiones fiscales, el Gobierno aumentó la emisión de deuda mediante TES, colocando $18 billones en bonos de tasa fija en los dos primeros meses de 2025, en comparación con los $5,3 billones emitidos en el mismo período de 2024. Sin esta estrategia, el país enfrentaría una crisis de liquidez sin precedentes. Sin embargo, este mecanismo incrementa la carga de deuda y el riesgo fiscal a futuro.

La sostenibilidad de las finanzas públicas dependerá del recaudo del impuesto de renta corporativa en abril. Si los ingresos son menores a lo esperado, el Gobierno deberá aumentar aún más la emisión de deuda, ya que los márgenes para recortar el gasto son limitados. Analistas advierten que el déficit fiscal podría superar el 6% del PIB, por encima de la meta oficial del -5,1%, lo que pondría en riesgo la estabilidad fiscal del país.


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Calificación crediticia y percepción del riesgo fiscal

En marzo de 2025, la calificación de riesgo soberano de Colombia se encuentra en BB+ según Fitch Ratings, con una perspectiva revisada recientemente de estable a negativa. Esta evaluación refleja los desafíos fiscales que enfrenta el país, incluyendo una elevada carga de intereses y la dependencia de sectores específicos.

Por su parte, Standard & Poor’s (S&P) mantiene la calificación crediticia de Colombia en moneda extranjera en BB+/B con perspectiva negativa, debido a crecientes desafíos fiscales y altos déficits que incrementan la deuda gubernamental.

En estas condiciones el panorama es bastante incierto y más aún cuando la situación social y económica puede implicar la atención de problemas que requieren nuevos gastos no previstos. Es el caso de la crisis de los arroceros, la crisis del catatumbo, los costos de una eventual Consulta Popular, el desabastecimiento de gas natural entre otros.