La OPS alerta sobre el brote de sarampión en las Américas: riesgos y medidas urgentes
El brote de sarampión en las Américas ha vuelto a poner en evidencia la importancia de la vacunación para evitar su propagación. A pesar de los esfuerzos por erradicarlo, la enfermedad sigue representando un riesgo, especialmente en poblaciones no inmunizadas. Le contamos más aquí.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una alerta epidemiológica tras el incremento de casos por brote de sarampión en varios países de la región de las Américas.
Hasta la semana epidemiológica 8 del 2025 (21 de febrero de 2025), se han confirmado 268 casos, incluyendo una defunción. Este brote de sarampión genera un aumento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando solo se registraron 60 casos.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se propaga por contacto directo y por el aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
Puede derivar en complicaciones graves como neumonía, encefalitis e incluso la muerte, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

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Situación actual del brote de sarampión
El brote de sarampión sigue siendo una amenaza para la región, pese a que en 2024 fue verificada como libre de esta enfermedad. Sin embargo, la circulación del virus en otras partes del mundo, el aumento de la movilidad de personas y la presencia de poblaciones no vacunadas han facilitado su reaparición.
De los 268 casos confirmados en 2025, el 69 % corresponde a personas mayores de 5 años.
En 2024, se confirmaron 464 casos, con una alta proporción en adolescentes y adultos jóvenes. Además, el 63 % de los afectados el año pasado no habían sido vacunados, lo que evidencia las brechas en la cobertura de inmunización.
El sarampión no solo afecta la salud de quienes lo padecen, sino que también pone en riesgo la estabilidad de los sistemas de salud, ya que su alta tasa de contagio puede generar un incremento repentino en la demanda de atención médica.
Brote de sarampión en Colombia
En Colombia, la vigilancia del sarampión ha sido rigurosa y el país mantiene su estatus de verificado libre de la enfermedad.
No obstante, el brote de sarampión en otras regiones del mundo representa un riesgo. El último caso confirmado en el país se registró en 2020, en un hombre procedente de Suiza.
Según el Instituto Nacional de Salud, en 2022, se notificaron 1.147 casos sospechosos, lo que representó un aumento del 10,7 % respecto a 2021.

Para 2023, los casos sospechosos ascendieron a 1.737, con un incremento del 51,4 % comparado con el año anterior. Aunque Colombia ha cumplido con el indicador internacional de notificación de 2 casos por cada 100.000 habitantes, el aumento de casos sospechosos exige reforzar las medidas de prevención.
Por ello, el brote de sarampión en las Américas evidencia la importancia de mantener altas tasas de inmunización. Se espera que las autoridades colombianas sigan reforzando los programas de vacunación y los controles en aeropuertos y fronteras para prevenir la importación del virus.
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Recomendaciones de la OPS
La OPS insta a los países de la región a fortalecer sus estrategias de vacunación y vigilancia epidemiológica para evitar la propagación del virus. Las principales medidas incluyen:
- Intensificar las campañas de vacunación en poblaciones de riesgo.
- Mantener coberturas de vacunación con dos dosis de la vacuna SRP por encima del 95 %.
- Reforzar la vigilancia epidemiológica para la detección temprana de casos sospechosos.
- Implementar respuestas rápidas y eficientes para contener los brotes de sarampión.

¿Cuál es su riesgo y su prevención?
El riesgo de un brote de sarampión en Colombia y otros países se debe a factores como la importación del virus debido al alto flujo de viajeros, la disminución en las tasas de vacunación y el diagnóstico tardío por su similitud con otras patologías.
La OPS recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna SRP: la primera entre los 12 y 15 meses de edad y la segunda entre los 4 y 6 años. Sin embargo, en muchos países la cobertura no ha alcanzado ni el 95 % recomendado, lo que deja a muchas personas vulnerables.
Es importante que el Ministerio de Salud de Colombia refuerce sus estrategias de vigilancia y vacunación para evitar un brote de sarampión en el país. La inmunización sigue siendo la principal herramienta de prevención contra esta enfermedad altamente contagiosa y potencialmente mortal.
La OPS y las autoridades sanitarias continúan monitoreando la situación para mitigar el impacto del brote de sarampión en la región. La colaboración internacional y la responsabilidad individual en la vacunación son clave para evitar que esta enfermedad vuelva a convertirse en un problema de salud pública de gran magnitud.