Hay condiciones para avanzar hacia la imprescindible autonomía sanitaria

Fundación Misión Salud
César Moreno-Romero: Químico Farmacéutico, Universidad Nacional de Colombia. Máster en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, y Doctorando en Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca.
El viernes anterior en Cartagena se dio encuentro entre el presidente Gustavo Petro y representantes del empresariado nacional en el marco del 7º Congreso Empresarial Colombiano y 78ª Asamblea de Afiliados de la Asociación Nacional de Empresarios ANDI.
En el evento, el Jefe de Estado planteó una conjunción entre los ámbitos público y privado en pro de reindustrializar a Colombia y generar riqueza en bien del país. Durante su intervención presencial en la clausura de dicho Congreso, Petro fue animado varias veces por aplausos de numerosos de los cerca de 1.500 ciudadanos presentes en el auditorio principal del Centro de Convenciones “Julio César Turbay Ayala”.
El 9 de junio anterior en el mismo recinto y en medio de la primera y la segunda vuelta presidencial, la participación de Petro se dio vía telemática en el marco del 28 Foro Farmacéutico de la ANDI en un tenso diálogo con el presidente de la entidad gremial Bruce McMaster, y con no pocas rechiflas proferidas por algunos de los asistentes ante algunos planteamientos del entonces candidato presidencial.
En sólo dos meses diversos sucesos han causado cambios de tendencias en la vida nacional.
Autonomía sanitaria
Volviendo al 28 Foro Farmacéutico de la ANDI de junio pasado, dentro de los múltiples planteamientos que se formularon por parte de diversos expertos, funcionarios, líderes gremiales y académicos, se tuvo sintonía en la necesidad en que Colombia sea menos vulnerable ante la interrupción de las cadenas de abastecimiento globales en salud, situación que se hizo notoria ante la pandemia por SARS CoV-2/COVID-19.
Al respecto, en medio de diversos términos y expresiones, como “soberanía farmacéutica”, “independencia tecnológica”, “seguridad sanitaria”, fue prevaleciendo el de “autonomía sanitaria”, que, definido por la CEPAL en bibliografía que ha analizado casos de estudio en la región en relación con capacidades científicas, industriales y tecnológicas con las cuales hacer frente a necesidades de salud de la población humana, constituye un marco favorable para plantear y desarrollar debates técnico-políticos y desarrollos académicos en la región.
Desde hace poco más de un año en nuestra columna en “Más Colombia”, hemos reivindicado lo imprescindible que es para Colombia el avanzar hacia su autonomía sanitaria, en primera instancia para disminuir vulnerabilidad y dependencia en el sur global, y a partir de debilidades y potencialidades de América Latina y el Caribe al respecto.
Desde Misión Salud como instancia de la sociedad civil y a partir de la trayectoria institucional de dos décadas con apoyo de instancias de la academia, de gremios de profesiones de la salud y de la Iglesia Católica, hemos enfocado esfuerzos en propiciar diálogos interinstitucionales que conduzcan a agendas políticas, científicas, sociales y empresariales en pro de la autonomía sanitaria de Colombia en bien de vida, salud y bienestar de la población en el territorio nacional y en general, de la familia humana.
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Además de diversos documentos técnico-políticos divulgados (disponibles en https://www.mision-salud.org/ ), propiciamos como entidad editora el libro Impacto sobre el acceso a medicamentos/Manual para estimar el impacto de cambios en los derechos de propiedad intelectual, de los investigadores científicos Joan Rovira (+) y Miguel Cortés-Gamba, el cual fue publicado en diciembre pasado y ha constituido, junto con el aplicativo informático conexo (el cual permite a los investigadores interesados en este campo del conocimiento implementar el modelo IPRIA respecto a sus objetos de estudio), un aporte de alcance global a, entre otros campos del conocimiento, economía de la salud.
Con satisfacción desde Misión Salud observamos que se van compaginando condiciones nacionales, regionales y globales que van permitiendo formular agendas intersectoriales en bien de la autonomía sanitaria de los países, a la vez que nuestras contribuciones técnico-políticas y editoriales causan repercusión en bien de reivindicar el derecho a la salud y el acceso de la población humana a tecnologías sanitarias, entre ellas medicamentos, que son esenciales para su vida, su salud y bienestar.
Proyecto de ley en trámite
En recientes ocho semanas el Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos de Colombia -CNQFC a instancias del senador Pedro Flórez, coordinó la redacción de un proyecto de ley “Por medio de la cual se establecen las pautas de la Política Nacional de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico, Innovación y Producción, de la Industria Farmacéutica para la autonomía sanitaria de Colombia y se dictan otras disposiciones”. A esta iniciativa contribuyeron expertos químicos farmacéuticos convocados por el Colegio y representantes de importantes gremios como Andi, Afidro, Ascif y Asinfar.
Es así como se inicia un proceso en la Comisión Sexta Constitucional del Senado de Colombia, a la cual está vinculada el senador Flórez, quien la semana anterior radicó el proyecto, que fue respaldado con la firma de, entre otros congresistas de la Representante a la Cámara por Bogotá Jennifer Pedraza, quien junto con su equipo de asesores han estado en contacto con un grupo de expertos farmacéuticos en aras de consolidar una agenda estratégica de avance farmacéutico de Colombia.
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Desde Misión Salud destacamos la contribución del CNQFC, presidido por el químico farmacéutico Federmán Núñez, en esta iniciativa y su compromiso con lo que sigue al respecto, así como también la amplia disposición de las entidades gremiales antes enunciadas a participar de la mesa técnica que permitió consolidar el proyecto de ley radicado. El alto nivel técnico-científico y la dinámica franca y abierta en que funcionó esta mesa técnica convocada por el CNQFC evidencia capacidades nacionales institucionales y de expertos que permiten concretar agendas en bien del país.
Se espera que con este proyecto de ley y otras iniciativas regulatorias y de fomento en desarrollo se consolide una genuina política industrial farmacéutica que en Colombia sea determinante para avanzar hacia la autonomía sanitaria del país en perspectiva de aporte a la salud humana en América Latina y el Caribe.
Generando condiciones favorables será posible materializar potencialidades científicas, tecnológicas, industriales que están latentes en Colombia y que son imprescindibles para avanzar en bien de vida, salud y bienestar de la familia humana. Estas condiciones favorables para la salud en Colombia también deberán desplegarse en el próximo Plan Nacional de Desarrollo, en la reglamentación de la Ley Estatutaria de Salud 1751 de 2015 y en un urgente proceso de fortalecimiento del Invima.
Sobre estos temas tuvo lugar un memorable evento en la Universidad de Antioquia el 29 de julio anterior convocado por la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias. Teniendo como trasfondo un encuentro de egresados de pregrado y posgrado de dicha prestigiosa Facultad, se reflexionó sobre “soberanía farmacéutica” de Colombia y sobre las perspectivas del proyecto de ley antes mencionado. Esta y otras instancias académicas del país serán determinantes en que el trámite de esta ley conduzca a genuino avance nacional.
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